Los partidos políticos son la institución con menor confianza ciudadana.
Esto es un problemón, máxime sumado a la excesiva confianza en 'instituciones armadas' y medios de comunicación, muestra una peligrosa derechización de sectores de la sociedad con tintes franquistas. Motivos para la desafección hacia los partidos existen, y habría que atajarlos si no quieren abrir un nuevo frente de cambio de régimen, que no parece fuera a decantarse por mas progresismo, sino todo lo contrario. Las vías urgentes a transitar son muchas dimisiones de imputados, de culpables, de malolientes, cárcel en algunos casos, apartar de primeros lugares a imputados, cambio de funcionamiento interno, democratización interna de partidos e institucional, regeneración social.
Solo consideran buena la gestión del Gobierno Rajoy un 8% ! pero la de la oposición PSOE no llega al 4%, seguro que por interpretaciones diversas unos por poco izquierdistas y otros por mucho, el caso es que ni Gobierno es estimado, ni en la terrible situación actual parece que el gran partido aglutinador de oposición sea una alternativa. respecto al voto y/o simpatía, aparecen empatados los dos grandes partidos sin llegar al 20%. También llama la atención la gran distancia de IU que no llega a la mitad y todavía mayor distancia de UPyD. Desastres enormes del Gobierno no producen un ascenso de alternativa PSOE y mas a la izquierda no sube lo suficiente ni IU ni otras alternativas, que existen, aparecen, pero con fuerza insuficiente para influir políticamente. El panorama es un poco desolador.
Sin
explicaciones suficientes, van por mal camino
El PSOE sigue sin dar explicaciones suficientes ni
aportar análisis de su actuación de años atrás, lo cual lleva a desconfiar de
que hayan entendido a los ciudadanos, y lo ocurrido, dejan de lado la crisis interna, la española, nuestra participación como actores de primera línea en la crisis internacional y se centran en que solo era una crisis
internacional provocada por las subprime
de EEUU y posterior quiebra de Lehman Brohters, como todavía decían en mítines
de la campaña municipales de 2011 –escuchado a responsables del PSM y del PSOE-.
No solo fue aquello, porque la burbuja inmobiliaria y de crédito española existió, que es
una de las partes más graves de nuestra propia crisis económica, y no hicieron
lo adecuado, al igual que otros muchos componentes de nuestras crisis internas
que se agravaron sin duda, por la crisis financiera internacional y
posteriormente la crisis de deuda en Europa. Todas diferentes e interrelacionadas y sobrealimentadas entre sí golpeando España.
Personas cercanas, asesores, militantes del PSOE
altamente cualificados avisaron y fueron apartados o ninguneados: como Julio
Rodríguez y Ricardo Vergés, grandes expertos inmobiliarios; el propio Miguel
Sebastián en la campaña a alcalde madrileño, antes de formar parte del equipo
económico de Zapatero, antes de ser ministro, advertía de los graves riesgos de
la burbuja; asesores de Moncloa, Andrés Ortega, reputado intelectual, conocía
los peligros del nuevo siglo; y un largo etc. entre los que conviene incluir a
Zaplana y sus avisos antes de irse, de posibles quiebras en Cajas
Mediterráneas. Todo se fue tapando con las declaraciones oficiales del gobierno
y del partido, de Chacón, Bibiana, Zapatero… no había burbuja, no había problemas
financieros, no había problema competitividad… (Y por supuesto escondido tras las opiniones del PP etapa Aznar, inmobiliarias, banqueros, prensa, etc.)
La cuestión es importante porque se quieren evitar
responsabilidades al extender la mentira de que nadie vio lo que se venía
encima, entendiendo por ello la quiebra de Leman Brother y repercusión
posterior en forma de crisis financiera internacional, pero la burbuja
inmobiliaria y de crédito española fue avisada suficientemente, otra cosa era
cuantificar la repercusión precisa de su pinchazo. Desde luego nadie sabía exactamente
de su enorme poder destructor, pero había muchas personas altamente
cualificadas y cercanas a los círculos de poder que avisaban en la primera
legislatura socialista 2004/2008 que entrábamos en una crisis fortísima sin
estar suficientemente preparados para resistirla, no fueron escuchadas, el
PSOE, fue impermeable. Igual que el resto de partidos e instituciones.
El problema de fondo es ¿por qué el partido estaba tan
cerrado a escuchar y debatir posibilidades? ¿Cómo pudo alejarse tanto del modelo
de partido de la Transición que tantos éxitos reportó? (Sobre el modelo
insistiré más adelante).
Carta abierta a Juan Carlos Rodríguez Ibarra. (3/6/2010)
Responsabilidades individuales y colectivas.
He leído su artículo titulado ‘Ajustes
e izquierdas’ publicado en El País del 25 de mayo y
desde el respeto que usted merece quisiera hacerle unas precisiones, o más bien
darle mi opinión sobre el tema que suscita, desde la óptica de necesidad que
tiene hoy la ciudadanía de que exista un PSOE fuerte.
En primer lugar me parece que el texto aborda la cuestión de los ajustes desde
un aspecto excesivamente personal con un aire cargado de moral, lo cual es una
mirada a la realidad, qué duda cabe, pero en los momentos actuales, el aspecto
prioritario del problema que tenemos en este país está más vinculado con
aspectos colectivos y enfoques políticos, relacionados con el gobierno y con el
partido que lo sustenta.
Desde la perspectiva personal de la cuestión.
El exceso de personalismo centrado en la figura de su líder, ha sido uno de los
mayores errores que ha cometido el PSOE en esta legislatura y la anterior. De
ahí que ahora tratar el tema centrado en la cuestión individual y moral,
(incluso con aristas que me parecen excesivas de gran timonel aguantando viento
y marea), ahonda el error. El líder ha pretendido hacerlo todo. Su carácter
individualista y su personalismo político, son una parte importante del
problema de falta de liderazgo del PSOE en la sociedad actual, precisamente en
estos momentos en los que a usted le llama la atención su soledad, cosechada
con tanto esfuerzo.
El Sr. Rodríguez Zapatero, ha demostrado ser un individualista poco dado a
trabajar en equipo y fomentarlos, ni en el partido ni en el Gobierno, lo cual
es poco recomendable para desarrollar tareas de decisión. Lo anterior queda
agravado al no disponer de discurso lo cual dificulta encajar las piezas de
cada movimiento que realiza y así ante la ciudadanía aparecen bandazos, y ante
los otros partidos y también ante organismos internacionales, otros gobiernos,
inversores, especuladores globales... El presidente toma decisiones, es
razonable, pero sería lógico que antes fueran discutidas y consensuadas entre
el gobierno y previamente por los equipos de trabajo cada ministerio, que a su
vez deberían tener informes y estudios de equipos externos, de universidades,
comisiones parlamentarias, de partidos políticos, fundaciones, servicios de
estudios…
Lo que ha aparecido a la luz pública, en demasiadas ocasiones, es que hay
medidas del Gobierno que anuncia su Presidente y que desconoce alguno de sus
ministros y por supuesto el partido que lo sustenta. Lo que vemos demasiadas
veces es que hay medidas y contramedidas, idas y venidas que no fueron
explicadas ni en una ni en otra dirección. La sensación de estar dando bandazos
es real, así la crítica realizada al presidente desde medios y partidos, estará
mejor o peor formulada, pero se apoya en aspectos reales.
Desde la perspectiva de lo colectivo.
El PSOE es un partido político, por tanto una institución colectiva, que en
esta sociedad debería ser más democrático y abierto, y nunca debió permitir que
un individuo asumiera tanto poder decisorio, hasta el punto de que dejáramos de
ver y escuchar múltiples voces del partido. Los partidos, deben asumir su papel
de intelectual colectivo, lo cual facilitará encontrar salidas a problemas
sociales, será más sencillo discutir planes y proyectos que permitan perfilar
vías de actuación que dotadas de un conveniente discurso aparezcan ante todos
como políticas sólidas y creíbles. Durante años, militantes, parlamentarios y
ministros…han estado sometidos al individualismo de Zapatero, rasgo sin el cual
no es posible explicar el silencio tan estruendoso que se produjo sobre la
crisis económica, y la amplia lista de virajes y rectificaciones gubernamentales.
El PSOE ha estado ciego, sordo y mudo, el por qué ha ocurrido, es una discusión
a mantener, quizás más adecuada que la propuesta por usted, excesivamente
moralista e individualista, porque al margen de que la izquierda o la derecha
apoyara o abandonara a ZP, lo importante es saber que hizo el PSOE para
explicar la situación y para modificarla, lo cual sería útil para abordar la
situación cara al futuro. El presidente, ahora gira 180 grados, coge al partido
con el pie cambiado y deja a la sociedad completamente aturdida, normal. No
pretendo discutir en este escrito si es correcta o no la política de ajustes,
quiero hacerle ver que durante años hay una responsabilidad colectiva, no
asumida en este viraje repentino para el partido y la sociedad. En todo caso lo
asumirá y defenderá a posteriori, cuando parecería lógico haberlo preparado a
priori.
De no ser por su crisis, sería por la nuestra.
Sr. Rodríguez Ibarra, se queja usted de que el presidente no ha recibido ayuda
para mantener la muñeca firme, pero olvida que durante años nadie la pidió, no
se hizo una labor pedagógica sobre lo que estaba ocurriendo en España y en el
mundo. Ítem mas, nunca se habló, desde el gobierno y dirección del partido, de
la crisis española en particular, de nuestras debilidades y errores acumulados
durante tanto tiempo. Es ahora cuando la tormenta se ha convertido en tsunami
cuando empiezan a oírse voces, y claro, resulta difícil explicar de repente
tanto desastre. Usted insiste en el hecho de que el presidente ha sido abandonado,
cuando parece que lo destacado es el hecho de que él, es quien se ha ido
alejando hasta aislarse, tomando él solito los caminos y las decisiones,
caminos que deberían haber sido señalados por equipos colectivos del partido
después de masivas discusiones que ha faltado en la sociedad.
La mayor crisis de los últimos 50 años ha sido silenciada desde sus comienzos
por el partido, ¡lo tapaban como si la culpa fuera suya!, así no es de extrañar
la percepción ciudadana, este es un gravísimo error que puede costarle caro, no
ya al presidente, sino al PSOE y a toda la izquierda de este país, que durante
3 o 4 legislaturas podría quedar sepultada, por su vinculación a los mayores
recortes y disminución en calidad de vida de la historia, que la gente no entenderá
cómo y por qué se producen. Me parece desacertada la afirmación de que nadie
salió a la calle a defender al presidente frente al envite especulativo. El
error de soledad quizás encuentre explicación en tantas decisiones tomadas sin
contar con órganos colectivos, sin potenciar equipos, sin implicar a sectores
cercanos al gobierno. La pregunta que debemos hacer es por qué está tan solo el
presidente, y si el funcionamiento en partidos tan cerrados como los españoles
es adecuado para encarar problemas en un mundo como el actual.
Una salvedad especial merecen las últimas ideas de su artículo, que me parecen
poco afortunadas, y están en el fondo del problema de incomprensión de la
realidad que hemos vivido y que parece ser una de las espinas clavadas en el cuerpo
pensante del partido, lo cual ayuda a provocar errores de fondo en el análisis
e interpretación de la realidad, por tanto de diagnóstico de la situación. Dice
usted ‘que, de no haber sido por la crisis financiera de EEUU…los españoles
hubiéramos sido capaces con los ajustes que nuestra propia experiencia…’ No
pretendo apabullar con cifras, pero si recordar algunas cosas:
a) Sin necesidad de la crisis financiera internacional, España tenía y tiene
una de las mayores deudas privadas del mundo, los bancos, las empresas y
familias españolas deben cuatro veces la deuda pública. No tengo constancia de
opiniones colectivas del partido cuando se estaba produciendo.
b) Una de las mayores burbujas inmobiliarias del planeta se apoyó, potenció e
instaló en España desde hace 15 años. Hace muy pocos años las transacciones
inmobiliarias españolas superaban a las de EEUU. La construcción de casas aquí
fue superior a la suma de varios grandes países europeos y el PSOE por qué
habló tan poquito de ello a la ciudadanía.
c) Durante 15 años ingentes recursos, pedidos prestados al exterior, eran
sepultados en arena y ladrillos, fueron dilapidados, y como consecuencia
detraídos de invertirse en otros sectores productivos.
d) La estructura productiva española estaba exageradamente asentada en el
ladrillo y el turismo y poco se hizo por cambiarla antes de la crisis mundial.
e) Las necesidades de potenciar I+D+i y la educación, así como desarrollar
sectores modernos competitivos se conocen desde hace muchos años, ya que fuimos
perdiendo terreno.
f) La estructura fiscal, de ingresos del Estado, era necesariamente mejorable
para poder acercarla un poco a los otros países europeos de referencia,
nórdicos o Francia, sin ir más lejos, y por el contrario fue adelgazada durante
los años pasados.
g) La estructura de gasto estatal desde hace mucho tiempo es manifiestamente
mejorable y requiere adelgazamientos, no solo autonómicos, y no solo ahora.
Es evidente que la lista podría continuar sin hacer mención en ella a la crisis
financiera internacional, aparecida violentamente hace 3 años y que a nosotros
nos golpea de manera específica, agravando todos nuestros problemas. Los
errores acumulados en la gestión de ambas crisis, (para nosotros una sola) son
las que han puesto a huevo a Rajoy las cosas a huevo. Por último, quiero
prestar atención a una de sus últimas frases compendio de todo lo dicho
anteriormente ‘nos permitía vivir con una cierta posición que algunos
despectivamente, llamaban vivir por encima de nuestras posibilidades…’ Vivir
por encima de nuestras posibilidades significa gastar mucho más de lo que
teníamos, eso ha ocurrido aquí, durante muchos años hemos vivido con dinero
prestado por otros, a crédito de alemanes, franceses, ingleses,…que es el que
ahora se nos niega si no pagamos antes.
La indignación llega al PSOE. Por
fin (28/5/2011)
-O eso parecía entonces, pero estaba
equivocado-
Ya era hora de que despertara la dirección o personas
influyentes del partido, después de que lo hiciera parte de la militancia,
después de que lo hicieran los simpatizantes, después de que lo hiciera la
ciudadanía. Primarias o Congreso? debate sobre todo, y rápidamente sin miedos a
lo que dirá la gente (los ultramedios a tope ya tienen tema para rato). Equipos
dirigentes apartándose un poco abriendo puertas y ventanas. Es muy difícil
determinar cuál será la salida posible, como siempre dependerá de las fuerzas
que apoyarán cada opción y a cada nuevo equipo y no solo de la verdad o razón
de cada alternativa, dependerá de la política de alianzas, de la relación con
la sociedad y la militancia, pero muévanse deprisa, ya han descansado demasiado
tiempo.
O la ciudadanía los apartará mucho más que ahora, que puede ser. Parece
como si hubieran estado esperando a los resultados de las elecciones para
ponerse en marcha. Un tiempo precioso perdido porque desde hace muchos meses
que llevan hasta años atrás, el partido como institución colectiva ha estado
dormido y demasiado alejado del debate y discusión de la toma de decisiones,
excesivamente centralizadas sobre todo en el Presidente del Gobierno y del
partido.
¿Acaso sus responsables no veían la gravedad de la situación?, ¿por qué esperar
tanto? Quizás porque no pensaban que la gravedad fuera tal, porque no tenían
suficiente permeabilidad con la ciudadanía e instituciones civiles para recibir
influencias sociales, porque no tenían agallas suficientes para enfrentarse a
sus compañeros y reclamar su voz y su voto. Parece como si hubieran esperado a
las elecciones ‘para no perjudicar más’ y ver qué ocurría, confiados en que el
electorado comprendiera no se sabe bien qué y los justificara.
Un partido es un ente, que para que sea eficaz debe funcionar como intelectual
colectivo, abierto hacia la ciudadanía e instituciones civiles, abierto dentro
de sí mismo a sus militantes y simpatizantes y en comunicación constante con la
sociedad. Llevan varios años cerradas demasiadas instancias y órganos diversos,
hasta que empieza a salir la indignación. Podría ser peor, ahora está herido,
no totalmente destrozado (en palabras de Leguina), pero podría reventar. ¿Por
qué no?
Mis escritos, -‘El agotamiento del PSOE’- contienen estas ideas formuladas en
situaciones concretas anteriores. La responsabilidad del equipo dirigente es
muy alta, empezando por el Sr. Zapatero, que, ‘sí ha fallado’, pero también lo
han hecho demasiadas instancias y órganos de dirección sean centrales,
autonómicos, locales, (o con los nombres que tengan) que no han exigido con
suficiente fuerza transmitir y participar en la política socialista, en la
política española.