Revista Salud y Bienestar
-Pero no me gusta. No me gusta porque dice que ya no le quiere, pero en realidad sí que le quiere. Aún no se ha olvidado de ella. Cuando dice:
"No sé si sabes / que ya no te quiero / que ni siquiera te echo de menos."
-¡Si eso es lo bueno! ¡Claro que aún no la ha olvidado! ¡Y no la olvidará nunca! Por eso la canción es genial.
Joaquín y Pilar tenían razón. Nadie como La Casa Azul para hacernos recordar que en este juego del amor, todos somos iguales, todos hemos sido alguna vez víctimas y verdugos y esos sentimientos que nos hacen sentir especiales son en realidad terriblemente vulgares.
Yo sé que lograré ser invencible y que haré cosas increíbles; seré casi-casi Ultramán. Y me imagino que hoy vendrás sin avisar sé muy bien que te gusta hacerte de rogar. Tengo tantas ganas de hablarte de los discos de mi colección. Pero tú tienes novio, siempre me pasa igual: me enamoro de ti cuando de él tú lo estás. Guardo en mi corazón una gran obra de Ingeniería; una colosal creación que llevo alzando toda mi vida. ¿Por qué prefieres a los chicos malos? ¿Qué quieres que te diga? ¿Que el tiempo va a mejorar? ¿Que el Gobierno está fatal? ¿Que el Barça ha vuelto a fichar? ¿Qué quieres que te diga? ¿Que sin ti no puedo más? Hay que ver cómo mi amor se desvanece en el colchón; no me viene a la memoria cuándo pudo ser peor. No puede ser: no me digas que al final me echas de menos.
Foto: Sin galletas.