Revista Asia
Cada invierno ocurre lo mismo. Cientos de miles de familias tienen que subir hacia las montañas en busca de leña suficiente para abastecer toda una familia durante toda aquella estación del año. Al carecer ellos de la cocina que disponemos en nuestros hogares, la búsqueda por el "oro marrón" se ha convertido a vecindades en gallineros intentando obtener mayor cantidad de madera posible. Por ejemplo, los habitantes que residen en Musan (en la provincia de Hamkyung-Norte) se muestran preocupados: "Antes preguntábamos por la comida, ahora tenemos un doble problema: como conseguir la leña de calidad estándar y el arroz para aguantar el frío".
Los precios para comprar la madera están siendo muy elevados para los residentes en Corea del Norte: por cada carretilla se ha pagar 3.000 wons, casi el salario de un mes de un trabajador corriente o 7.000 wons por una madera de alta calidad. Durante aquellos meses las llamadas entre China y diversas ciudades de Corea del Norte han aumentado considerablemente. Se trataba de pedir dinero a los familiares que están fuera del país para comprar dicho material de manera urgente. El carbón ha superado su récord histórico de precios que sólo los altos cargos del régimen serían capaces de adquirirlo. Cuesta casi 10.000 wons por cada carretilla.
Mientras tanto, el régimen celebra que hace un año, la exportación del carbón a China se ha superado que los beneficios en sus bolsillos han aumentado. A ellos no les importan las preocupaciones de los ciudadanos para paliar las bajas temperaturas. Cuando la situación se vuelva crónica, empezará a pedir ayuda a la comunidad internacional sin detallar como será la distribución de los alimentos básicos a toda la población norcoreana. Si aún así, la comunidad internacional no responde a sus peticiones, empezarán a utilizar sus mejores herramientas para llamar la atención: las amenazas. El diario de Corea del Norte