Revista Empresa
Continuando con mi post anterior en el que os comentaba algunos de los resultados del estudio de tatum sobre el uso que hacen de la web 2.0 los profesionales españoles y latinoamericanos (chilenos, colombianos, mexicanos y venezolanos), os presento algunas reflexiones sobre las iniciativas 2.0 que se están poniendo en marcha en sus organizaciones y su grado de participación en ellas.
Aunque bastantes profesionales tienen restringido, en mayor o menor grado, el acceso a la web 2.0 desde sus empresas, consideran que su uso facilita el trabajo cooperativo y en equipo, y reclaman a sus organizaciones más iniciativas que les permitan mejorar el flujo de conocimiento (entornoscolaborativos). Por el contrario, la mayoría de las iniciativas que están poniéndose en marcha se encaminan a favorecer la comunicación con los clientes (y, en menor medida, la interna). Curiosamente, muchas organizaciones apenas son conscientes del impacto que las iniciativas 2.0 pueden tener sobre el desarrollo del negocio y no están aprovechando todo su potencial.
Esto creemos que es debido a que el éxito en la implantación de estas iniciativas, como el de todas aquellas que requieren un cambio cultural, precisa de la implicación de la alta Dirección. De hecho, los que dicen que las iniciativas 2.0 son clave en la marcha del negocio también dicen que en sus organizaciones la alta Dirección participa activamente de dichas iniciativas.
Pero, una vez que contamos con la implicación de la alta Dirección en el cambio cultural necesario para incorporar estrategias de gestión 2.0 en las organizaciones, el liderazgo de las iniciativas concretas debe recaer en equipos formados por personas de diferentes áreas y diferentes niveles organizativos, pero con cierta experiencia e interés por los entornos 2.0.
Los propios encuestados consideran que el éxito de la implantación de las iniciativas 2.0 depende de que exista un claro liderazgo y también creen que su principal barrera es tener una cultura organizativa muy “tradicional”.
En tatum, estamos ayudando a las empresas a identificar a esos líderes (embajadores 2.0), a alinearlos con la estrategia 2.0 de la organización (formación/ sensibilización) y a implementar planes de despliegue que favorecen la dinamización de las iniciativas y la participación de toda la plantilla.