No importa el tipo de vivienda, ni el estilo, ni siquiera si la casa es grande o pequeña o cuantos viven en ella, un sofá blanco siempre es un acierto. Elegante, cálido, luminoso, es uno de los muebles perfectos. Sobre él y junto a él cabe cualquier color o textura y la mayoría de las veces se fundirá con la pared por lo que visualmente no ocupará el espacio real de estos muebles grandes.
Lo se, lo se, a lo de mueble perfecto me vais a decir que ¿y la limpieza qué? No todos los sofás blancos valen, los acabados polipiel y piel son muy fáciles de limpiar, así que ahí sin riesgo, pero los de tela es básico e imprescindible que las fundas sean desmontables y lavables a cierta temperatura, por lo que también es necesario elegirlos en un tejido que lo tolere. Como sabéis es mucho más sencillo eliminar manchas difíciles del telas blancas que de las de color y eso si es una ventaja. A continuación os dejo unos ejemplos para que os inspiréis. ¡Feliz lunes!
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