En muchísimas organizaciones, escuelas, instituciones y grupos casi de cualquier índole sigue existiendo la dicotomía entre quien es creativo y quien no lo es. Evidentemente la supuesta falta de empatía entre unos y otros puede ser motivo de incomprensión, frustración o bloqueo.
Sin lugar a dudas, sin una pizca de creatividad es complicado propiciar innovación y avances dentro de una empresa u organización; pero también es evidente que la importancia de quien está en el lado menos creativo es esencial. La clave seguramente está en ser menos egocéntricos y comprender, que quienes ondeamos la bandera de la creatividad absoluta debemos poner en valor nuestra propia actividad y profesión.
Os dejo las reflexiones de David Kelly (TED 2012 en Long Beach) sobre este tema y cómo construir una confianza sólida para expresar la creatividad y obtener lo mejor de uno mismo. El talento está ahí dentro.
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