Revista Fotografía
La señora de la limpieza apenas se sorprendió cuando, al abrir la
puerta del despacho presidencial, vio como el doble salto de alegría
quedaba suspendido en el espacio. Observó unos instantes la
escena y cerró la puerta tras de sí, convencida de que la acción
descongelaría el fotograma.
Anda que no había visto ella películas.