Sin noticias de Gurb

Esta vez si que Eduardo Mendoza no me ha decepcionado, buscaba risas y evasión y eso precisamente es lo que me ha proporcionado el libro con un sinfin de situaciones disparatadas, una ironía muy bien trabajada y una critica mordaz a la desorganizacion de la Barcelona preolimpica, muchas de las criticas se podían extrapolar incluso en nuestros días a cualquier ciudad, los años pasan pero los males endemicos de las capitales se mantienen, siguen siendo crateres año tras año. El argumento es sencillo. Dos extraterrestres Gurb y un anónimo marciano recalan en la Tierra, en los alrededores de Barcelona, debido a una averia en su nave espacial, y deciden investigar cierta formujla en un planeta desconocido. Son incorporeos y pueden adoptar la forma que mas les apetezca. Se necesitan mutuamente para poder regresar a su galaxia, una vez cumplida la mision. Pero Gurb desaparece adoptando la forma fisica de Marta Sanchez. Su compañero decide seguir sus pasos por Barcelona, consciente de que sin Gurb no puede hacer nada, e ira narrando sus experiencias en forma de diario. Esta forma de diario al estilo del informe de ciencia-ficcion le da verosimilitud a lo que cuenta el extraterrestre y ayuda a la sencillez de la narración en detrimento del lucimiento del autor, que pretende exponernos de forma objetiva a traves de una persona ajena a nuestro mundo lo que el considera los grandes males de la sociedad actual:El excesivo consumismo que al final termina afectando al extraterrestre.La contaminacion del agua, de las calles llenas de colillas y excrementos de perro, la polución, que en forma de analisis nos muestra Gurb.Las prisas y el frenesi de la gente incapaz de ser amable.El abando no de gente mayor, Mendoza a creado un parque de ancianos donde aquellos abandonados por sus familiares se secan al sol.Las innumerables obras tanto en la ciudad como en los accesos a Barcelona que provocan situaciones de carcajada.Las criticas al ayuntamiento presidido por Maragall. " En Barcelona llueve como su Ayuntamiento actua: pocas veces, pero a lo bestia. Con la constante alusion horaria da un presunto tono cientificio que al final contrasta con un contenido cotidiano de las situaciones y cuando algo le sobrepasa y no entiende nos da el parte meteorologico para salir de la situacion. Ese mismo asombro lo transmite con las repeticiones de intentos y fracasos y con situaciones ingeniosas y desorbitadas. Cual mortadelo adopta las forma que más le conviene segun la situacion que tiene que afrontar, sin embargo son tan inverosimiles y tan poco frecuentes que sin duda pasa ante ti como un fotograma esbozando una sonrisa cuando uno una carcajada. Hace un repaso a los personajes de moda de la epoca a los iconos de la esa decada como el chalet con 22 retretes de la Preysler. Los Albertos, La seleccion española de futbol en Italia, Mario Conde. De ahi que considere que esta novela envejece mal y sin embargo lleva publicada desde el año 90 en que El Pais lo publico en forma de entregas entre el 1 y el 25 de agosto. Fue en 1991 cuando vio la luz en formato libro, y se ha seguido reeditando y traduciendo. Creo que con el tiempo ha perdido parte de su atractivo y puede seguir perdiendolo, porque Marta Sanchez ya no es la exhuberante mujer que era. Barcelona no esta gobernada por Maragall. Mario Conde y los Albertos ya no son referentes... y la situacion de Barcelona no es la que en su decada preolimpica, ni olimpica. Parte de las carcajadas que nos arrancan a los lectores de hoy, puede que no les hagan ni esbozar una simple sonrisa a los lectores del futuro. Me llama la atencion la fuerte religiosidad de este personaje, y su cuidado higienico. Tambien la mezcla de lenguajes cultos, formales, con otros más dialectales, tambien introduce estereotipos verbales propios de la publicidad, la radio o las noticias meteorologicas. Sin duda alguna una novela recomendable, para pasarlo bien, no para buscar una obra magna de la literatura, es una obra menor, desopilante, disparatada y llena de situaciones limite, que posiblemente a mas de uno haga reflexionar.