Sin noticias de Laos

Bangkok, Tailandia. 18 de octubre 2011
Laos, el reino del millón de elefantes, es el tipo de país en el que parece que nunca pase nada. Sus catástrofes naturales o sus celebraciones no tienen cabida en el telediario, habitualmente más preocupado en impresionar con espeluznantes sucesos complementados con alguna banalidad de nuestro hábitat seguro, allí donde el dinero fluye.Formado por pequeñas comunidades, el antiguo país de Lang Xang, es un pueblo de pueblos, donde la gente vive tranquila, sin muchas prisas y siempre con una sonrisa en la cara. Desde la encantadora Luang Prabang al Norte, rodeado de exuberante selva y cientos de templos hasta la acogedora meseta de Bolaven o las 4000 islas en el inconmensurable Mekong al Sur, pasando por Vientiane posiblemente la capital de estado más tranquila del mundo. En Laos el tiempo se detiene.Eclipsado por sus vecinos, Laos ha permanecido algo más apartado de los rutas habituales Sin una historia tan atractivo y comercial como la vietnamita, ni grandes monumentos que atraigan a millones de turistas al año como los templos de Angkor en Camboya ni con la oferta de turismo de fiesta y playas de Tailandia, el pequeño país de Laos, siempre a medio camino entre grandes potencias históricas con magnas aspiraciones, le ha tocado asumir un papel secundario, un aislamiento “geográfico” que se ha convertido en su principal virtud preservando el carácter abierto de la gente de los pueblos que son los que conforman el país. Los laosianos no poseen una historia cinematográfica, ni paradisiacas playas ni fastuosos monumentos, pero ni falta que les hace, su propiedad más importante es el tiempo, y les sobra. Acostumbrados a Occidente donde apenas existe un momento para pensar lo que hacemos o lo que queremos, dedicándonos únicamente a amasar dinero sin tiempo para disfrutarlo. Viajar por Laos es detener el reloj, recorrer exóticos paisajes, perderse por los arrozales y encontrarse a cada minuto una sonrisa. No será un viaje de grandiosos titulares y espectaculares postales, pero seguro que será una buena noticia."Vosotros, los europeos, tenéis los relojes, pero nosotros tenemos el tiempo"Proverbio africano

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