Sin orden ni concierto

Los días previos a mi turno en este blog de amigos pienso últimamente

Imagen del blog piruletasdefresa.blogspot.com

en aquellas cuestiones que me cabrean y que motivan mi indignación. Porque con rabia salen algunas veces buenas retahílas; porque lo que nos afecta y no está en nuestra mano resolver parece que lo expresamos mejor; porque cuanto más pasan los días en esta situación de mamandurria (ya no pienso hablar de crisis, porque no me la creo viendo los excesos de muchos), más impotente me siento; porque me ciego buscando en la red qué puedo hacer yo contra todo esto y cuanto más navego más me desespero. Y hoy escupo estas líneas sin orden ni concierto, sin una idea clara de lo que quiero contar, dejando las palabras al azar, permitiendo que salgan solas. Porque quedarse tanto sentimiento negativo dentro no es bueno para la salud y ya lo último que me faltaba es estar jodida en ese ámbito. Me harta morderme a veces la lengua por no poder quejarme de lo que hoy vivimos, por que otros me digan “tú al menos tienes trabajo”; me duele recordar cómo quienes hoy injustamente están en el paro, tal vez ayer no movieron un dedo por el colectivo al que pertenecen; me cansa ver tanto mediocre suelto que calla por no ser justo; me cabrea verme sentada a veces con tanta rabia y no lanzarme a la piscina a por lo que quiero; me revienta tal desproporción en el reparto de la riqueza. Y ahora que lo he soltado espero sentirme más aliviada, aunque sólo sea unas horas. Realmente hoy pensaba hablar de Berlusconi y su dimisión, provocada por eso que llaman mercados y no por las urnas, pero me temo que el mal llamado ‘Il Cavaliere’ resurgirá de sus cenizas, cual Ave Fénix, así que no voy a hacerle más publicidad.