Revista Opinión
Genial el vídeo del programa de Buenafuente.
¿A la SGAE nadie piensa pararle los pies?
Hace unos días, pretendió cobrarle 95€ en concepto de derechos de autor a un instituto de la Coruña por una representación escolar de Bodas de Sangre.
Para la SGAE, el centro debe respetar «el valor de la obra de Lorca y, en general, de nuestro patrimonio cultural». La SGAE ha comunicado a la prensa que, en el caso de que los herederos de Lorca cedieran los derechos, (como al parecer están dispuestos a hacer) la entidad «no tendría ningún problema».
¿De qué patrimonio cultural estamos hablando si la cultura no puede ser libremente difundida en escuelas e institutos, por ejemplo? ¿O es que las representaciones teatrales de colegios, institutos y grupos de aficionados con pocos recursos deberán limitarse en el futuro a obras de autores desconocidos? Alucino en colores.
¡Ala! A eso se le llama difundir la cultura, sí señor.
Y de las reproducciones ilegales, a las descargas ilegales. A ver si vamos a terminar siendo más papistas que el papa. En los EEUU han llegado a extremos tan absurdos como condenar a Jamie Thomas, que había descargado 24 canciones de forma ilegal, a una multa ($2m de dólares) mucho más elevada de la que hubiera tenido que pagar si: 1) hubiera robado el CD (2.500$) (2) hubiera intentado secuestrar al hijo del dueño de la discográfica (25.000$).
Lo que realmente "pierde" la industria de la música/ los músicos (que no son la misma cosa) con las descargas y reproducciones ilegales, etc., está muy bien analizado en este artículo de Times Lab.
Está claro que los autores tienen derecho sobre su obra (lo de los descendientes, hmmm, no sé yo). Pero mientras muchos están buscando la forma de convertir en rentable la "free culture", la SGAE te quiere cobrar por poner la radio o por silbar Paquito el Chocolatero.