El Rey, Felipe VI ha propuesto al candidato socialista Pedro Sánchez para que intente la formación de un gobierno.
Como la mayoría absoluta se obtiene en España con 176 escaños comienza una época de pactos poselectorales. Y aquí llega el lío. Todos los partidos han marcado unas líneas rojas infranqueables... que a la hora de la verdad vuelven a ser mentira. Ahora, todos se postulan para ocupar puestos relevantes, olvidándose de sus principios. Todos quieren pactar, independientemente de a costa de quién. Y el problema, según nos recuerda el famoso estadista N. Butcher, es que se pacta cueste lo que cueste, y a quien le cueste. Imposible no acordarse de la famosa frase atribuida erróneamente a Groucho Marx: Aquí tengo mis principios, y si no les gustan, tengo otros.Da la sensación —y corríjanme si me equivoco— que todos nuestros políticos piensan más en la poltrona que en solucionar los problemas del pueblo. En realidad ninguno ha planteado propuestas acerca de como reducir el paro, de reducir la inflación, de garantizar la educación, la sanidad y los servicios sociales. Todo se queda en ideas vagas y entelequias. Según la agencia Bloomberg, que hizo un estudio sobre las economías más miserables del mundo, España se sitúa en el sexto puesto. Esto confirma que el único afán de esta gentuza no es preocuparse por usted o por mí, sino por asegurarse unos cuantos euros en sus ya repletos bolsillos.Piensen.Sean buenos.La canción regalo de hoy es Desire. Siempre que pienso en nuestros políticos me viene a la mente la imagen de Bono cantando esta canción: Ella tiene la pasta, ella tiene la protección, es la promesa en el año electoral... mientras veo volar billetes por el escenario. Con todos ustedes: ¡U2!https://www.youtube.com/watch?v=LIk3ZREPpDYRevista Opinión
El pasado 20 de diciembre se produjeron elecciones generales en España. El resultado es por todos conocidos: El Partido Popular obtuvo 123 escaños (63 escaños menos que en las pasadas elecciones) y el Partido Socialista 90 escaños (20 menos); por su parte, se produjo la irrupción de dos fuerzas políticas que no habían tenido representación parlamentaria hasta ahora, Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias con 69 escaños; y Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, con 40. Esto pone fin al bipartidismo reinante en España desde 1982.