Inicio mi viaje como autor novel por un deseo oculto de revelarme contra la dictadura de la enseñanza ortodoxa y contra el deber de hablar por boca de otros. En este sistema educativo que poseemos en España en raras ocasiones se permite al individuo dar rienda suelta a sus vivencias, conocimientos personales o intuiciones.
Me niego a creer que esta sea la última opción para un historiador y aún más: un historiador que tiene entre sus manos un objetivo tan poco tangible y cualificable como es el arte. Mi sed de expresar como yo entiendo (o como yo siento) esta faceta humana tan misteriosa y absurda a veces me ha llevado a escribir en una ventana al mundo mi pensamiento.
Se trata, para mí, de una salida a la encorsetada vida de un historiador que apenas comienza a volar solo, una salida a las interminables jornadas consultando cientos de obras para poder comenzar un relato que siento que no me pertenece en absoluto. Es mi única salida a la monotonía y al vacío ante lo que ya comienzo a olvidar.
Y es que no deseo ahora hablar de movimientos, poéticas, estética o ética del arte, ni siquiera de psicología del arte (aunque es un campo realmente apasionante), todo nace tras una pregunta incisiva: ¿por qué se crea? ¿es un deseo, una necesidad, una salida? Así una pregunta llevará a otra, hasta formar una interminable retahíla de interrogantes sin respuesta.
Alguien me alertó de que (al contrario de lo esperado), al acabar mis estudios cada día serían más las dudas que me asaltarían; es decir: cuanto más se aprende más se duda, más se desea saber y al final caes en la cuenta de que no sabes nada, de que lo aprendido no es más que retazos de una historia de la que nunca vislumbrarás su verdadera enseñanza y significado.
En las próximas páginas no pretendo dar ningún sermón ni sancionar ninguna norma no escrita sobre arte, es un tema tan controvertido que sólo expondré mi humilde opinión sobre lo que he visto, comprendido y vivido en primera persona. Mi visión quiere situarse tras el lienzo, ayudándome de mi condición de modesto artista que si algo ha comprendido de la historia de la creación es que ésta es incorsetable