Sin tregua

Grata sorpresa nada esperada, gracias a la química de los protagonistas y a un ritmo endiablado. El día a día de una pareja de policías de Los Ángeles en sus momentos más íntimos, más humanos, y por contrapartida la violencia extrema, los peligros constantes, y cierto heroísmo alocado. Puede costar unos minutos acostumbrarse al traqueteo de la cámara, pero a la larga se convierte en un punto fuerte en las impresionantes escenas de acción. El duelo final es previsible, no se puede negar, pero la última conversación, entre graciosa y emotiva, compensa lo anterior. Recomendable.
Mi Puntuación: 7.4