Sincretismo y fanatismo guadalupano

Es muy lamentable lo que esta ocurriendo en Guadalajara, Jalisco, en donde un grupo de fanáticos pseudo-religiosos se han lazando a las calles, y para variar por las redes sociales, para protestar por la obra “Sincretismo”, una escultura realizada por el reconocido artista Ismael Vargas, en donde se funden las imágenes de la diosa Coatlicue y la Virgen de Guadalupe.
Para empezar se debería de saber que el sincretismo, es el sistema o tendencia que conjunta y armoniza corrientes de ideologías opuestas. De hecho la cultura mexicana en si misma es un sincretismo total de tradiciones traídas por los conquistadores españoles y las tradiciones nativas surgidas de los aztecas, mayas, tlaxcaltecas y demás culturas autóctonas de nuestra nación, no las importaciones extranjeras traídas de España.
Estamos viendo una vez más como un grupo de personas son arrastradas por el fanatismo y la ignorancia, pero sobre todo el odio a lo que no controlan y lo que no esta bajo su dominio. Así como hace poco tiempo grupos de odio pseudo-religiosos se lanzaron contra el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo o su derecho a adoptar niños abandonados por “familias normales”.
Los argumentos para atacar la obra de arte Sincretismo van de lo ridículo a lo estúpido. No es ningún insulto al mito de la Virgen de Guadalupe, que de por si fuera poco, fue un engaño para someter a los nativos del centro de México inventando las falsas apariciones a Juan Diego. No por nada el último abad de la Basílica de Guadalupe, Guillermo Schulenburg refutó el milagro de Juan Diego.
De hecho hay amplios estudios basados en análisis hechos por investigadores reales que echan tierra el mito guadalupano. Investigadores que van desde el destacado José Sol Rosales hasta Leoncio Garza-Valdés, experto en microbiología de la Universidad de San Antonio, Texas, quienes expusieron en su momento que todo se trata de un mito, no de una realidad. Hay que saber que el famoso ayate, no es tal, es una tela preparada para pintura.
Pero no ha faltado el inculto que dice que la diosa Coatlicue es una “diosa pagana”, cuando esa es una reverenda barrabasada, inducida por gente más inculta que prefiere creer cuentos que saber la realidad de las cosas. Pagano sería en todo caso el culto cristiano que llegó de otros países lejanos. ¿Acaso creen que la “Navidad” la inventaron en Veracruz o el Día de Muertos en Oaxaca?
De hecho las festividades de la Navidad, el Día de Muertos y otras fiestas religiosas muy populares en México son el resultado del sincretismo de la religión cristiana y otros cultos que intentaron suprimir. Las posadas navideñas o las “Pastorelas” son el más vivido resultado de ese sincretismo que tenemos en nuestro país. Es tonto decir que es un insulto a las creencias sobre la Virgen de Guadalupe, si el mismo mito de esas apariciones son un insulto para la comunidad indígena de México.
Pero así es nuestro país en donde hay gente que se pone a protestar y bloquear calles porque hay personas muy racionales que no se creen en sus ideas que necesitan ser creídas para ser ciertas. Mientras exista gente que se moleste por defender una imagen religiosa y atacar los derechos de las personas, este país seguirá estancado en la mediocridad, necesitando de la conmiseración de los demás para sobrevivir.    
Afortunadamente no toda la comunidad cristiana o católica esta inmiscuida en esa atroz y nefasta protesta, solo un grupo reducido de fanáticos, que como todos los casos sus argumentos son irracionales e ilógicos. No importa en que ideología o religión se de siempre es lo mismo, todo fanatismo es igual, su arma es el odio y la ignorancia. Son la vergüenza de su comunidad.
Decir la realidad cruda tal cual es no es atacar ni insultar, es ser franco y honesto. ¿Dónde dejaron eso de “la verdad os hará libres? ¿O solo aplica cuando les conviene?  
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