Revista Opinión
La actualidad siempre se impone y aunque esta mañana he publicado, en la madrugada como suelo hacer, un tema, a mi juicio importante, sobre el gobierno español y los transgénicos, que ruego lean, no he podido evitar, lo que tampoco he querido, hablar sobre "derechos legítimos encontrados", de ahí esta entrada hecha de forma rápida. Y es que siempre me hallo SINDEscanso
Les recomiendo este artículo de Marco Schwartz, "Un proyecto de ley que nació torcido". Aquí tan sólo un estracto:
"En este debate hay una premisa básica y es el derecho a la propiedad intelectual. Ese derecho, sin embargo, no se debe garantizar por cualquier medio, como por ejemplo con procedimientos exprés que en algún momento podrían ser utilizados abusivamente por mandatarios poco amigos de la libertad de expresión. Si hay que adoptar medidas legales contra la piratería, estas han de ser escrupulosas y extremadamente garantistas. Pero, por encima de todo, lo que se impone para abordar el problema es la búsqueda de un nuevo enfoque que invite realmente a los usuarios a hacer compatibles sus intereses con los de los creadores y la industria audiovisual. Por ejemplo, agilizando y abaratando la adquisición de productos por internet".
Dentro de toda la polémica y mi intensa lectura sobre el tema, lo he seleccionado porque me parece un artículo sereno y equilibrado. Con esta publicación me posiciono en defensa de leyes garantistas de la libertad de expresión como derecho fundamental.
No defiendo en ningún caso la "cultura gratis", sí lo hago y con toda la contundencia de la "cultura libre", pero creo que el problema pasa esencialmente por realizar una importante reconversión del sector de la industria cultural y por supuesto también pasa por defender, pero de manera razonable, los legítimos derechos de propiedad intelectual, de los creadores, que ya están protegidos, por cierto, por la normativa vigente.
La forma en que ambos derechos se defienden es la que realmente ha concitado toda la polémica. El tema seguirá hasta que se consiga dar con una solución equilibrada garante de ambos derechos y muy especialmente deberá tener en cuenta la sociedad de la información y el desarrollo tecnólogico que permite el acceo global a los recursos digitales.
En todo caso, el gobierno debería tener en cuenta todos estos aspectos a la hora de buscar una solución equilibrada, que siempre debería ser ajena a la presión de los grandes lobbies audiovisuales, cosa que ahora sabemos que ocurre y que de nuevo a puesto en evidencia los cables Wikileaks.