Las federaciones de la industria agroalimentaria de CC OO y UGT amenzaron con convocar paros y protestas por el estancamiento que sufre su negociación colectiva. A pesar de que las cúpulas de la patronal CEOE-Cepyme y los sindicatos firmaron a finales de octubre un compromiso para desbloquear la negociación colectiva, al parecer esta sigue paralizada.
Las medidas de presión (movilizaciones, asambleas, concentraciones y paros en la producción) pretenden desbloquear 363 convenios colectivos que afectan cerca de 500.000 trabajadores.
Esta reacción de las federaciones sindicales se produce casi un mes después de la firma de un pacto con la patronal CEOE-Cepyme donde se acordaba realizar las acciones necesarias para desbloquear la negociación de casi 3.000 convenios que afectaban a 4,6 millones de trabajadores.
Esta amenaza de medidas de presión se lanza cuando las directivas sindicales todavía tienen previsto evaluar en los próximos días el cumplimiento de este compromiso de desbloqueo de convenios, y la confirmación del acuerdo inicial de negociación colectiva (2010-2012) que fijaba para 2011 una horquilla de incrementos salariales de entre el 1% y el 2%.
Los sindicatos forzaron la firma del acuerdo luego de que la patronal lanzará varios globos sonda acerca de la imposibilidad de de cumplir con los compromisos pactados de subidas salariales, sobre todo para 2012 (entre el 1,5% y el 2,5%).
Sin embargo, la patronal ha expresado a través de diferentes fuentes que es consciente de la inamovilidad de los acuerdos ya firmados, así que la negociación se centraría en las condiciones del bienio 2012-2014.
Moderación salarial, inflación y productividad 2012-2014
Fuentes cercanas a las negociaciones ven en esta amenaza de los sindicatos una estrategia para vender a sus afiliados el esfuerzo que implicaría prorrogar el presente acuerdo para garantizar la moderación salarial hasta 2014.
La patronal quiere negociar con los sindicatos una nueva fórmula para fijar año a año los incrementos salariales. Este nuevo mecanismo buscaría que la productividad entrase en la ecuación de la que ya hace parte el IPC.
La patronal busca así desvincular lo máximo posible los incrementos salariales de las subidas del IPC y centrarse en la productividad. Los sindicatos se oponen a ello. Tal vez sea esta la última oportunidad de hacerlo en forma de convenio dada la explícito deseo de Mariano Rajoy de reducir el poder de la neogociación colectiva.
Fuente: Club Darwin
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