Estamos ante una de las lesiones de mayor incidencia asociadas al sobreuso. Muy frecuente en corredoras de larga distancia. El exceso de kilometraje así como el abuso de terrenos irregulares llegan a manifiestarse con un dolor en la zona lateral de la rodilla y el roce cintilla iliotibial al cruzar la rodilla a nivel del cóndilo femoral externo.
El TFL es un músculo importante en la estática y como estabilizador lateral y colaborador en la transmisión de fuerzas al fémur, en la bipedestación y papel fundamental en el control de la deceleración abducción. La aparición de la lesión se manifestará con dolor específico en la zona lateral de la rodilla y se produce por la fricción entre la banda iliotibial y el reborde del epicóndilo femoral externo del fémur.
El roce es máximo entorno a los 30º de flexión de la rodilla, y es mayor con ritmos lentos de rodaje, y cuando la rodilla está más tiempo en ese rango de movimiento.
Posiblemente el aumento de la tensión soportada en la fase de apoyo por la fascia lata y la cintilla iliotibial en unas determinadas circunstancias (contracción excéntrica en abducción) originará el proceso inflamatorio que requerirá tiempo adecuado para la recuperación del tejido dañado.
¿Qué factores hay que tener en cuenta? INTRÍNSECOSAlteración de la pisada
Mala alineación de la extremidad
Dismetría
Debilidad en abducción, glúteo medio es clave, el tensor de la fascia lata intenta compensar el déficit y aumenta su tensión originando mayor fricción que desemboca en el proceso inflamatorio.
EXTRÍNSECOSAumento del volumen e intensidad
Aumento de las carreras cuesta abajo
Inadecuada falta de recuperación: descanso entre entrenamientos, buena alimentación, medidas de fisioterapia.
¿Qué pautas seguir si sufro ésta lesión?
La clave en la recuperación es el cese de la actividad y modificación para poder mejorar junto a las medidas de fisioterapia entre las que se incluye el uso de crioterapia.
El problema es que actividades alternativas a la carrera como son el running pool, cross trainer o bicicleta que nos ayudarían a mantener la capacidad aeróbica pueden incrementar los síntomas de dolor por el movimiento sostenido de flexo-extensión, en las dos primeras semanas, tras la aparición del síndrome, podemos realizar natación mediante pull-boy sin implicar la extremidad inferior.
A partir de aquí estiramientos, técnicas de liberación miofascial y fortalecimiento de los abductores de cadera prestando especial atención al glúteo medio. Una idea es realizar circuitos de trabajo de fuerza intercalando con tramos cortos de carrera y rápidos, como transferencia de carrera, e ir alargando progresivamente estos tramos.
Comenzar la reincorporación a la carrera con 10 minutos, no carreras cuesta abajo.
Tiempo medio recuperación 6 semanas.
Noemí Martínez Martínez – Experta en entrenamiento para EDC.
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¿Tuviste ésta lesión? y, ¿cómo la superaste?
photo by: Kris Krug