Síndrome de la banda iliotibial en ciclistas y corredores

DOLOR DE RODILLA EN CICLISTAS Y CORREDORES El dolor de rodilla es un síntoma común en personas de todas las edades, pudiendo comenzar repentinamente o después de una lesión, como una molestia leve y luego poco a poco ir empeorando. Las causas simples normalmente se solucionan de forma espontánea con cuidados personales, sin embargo tener sobrepeso, exceso de uso, inestabilidad, problemas mecánicos, actividades deportivas, lesiones previas y la edad, son factores de riesgo que pueden aumentan la posibilidad de padecer una patología de esta índole. En deportistas las lesiones de rodilla son quizás las más frecuentes, pueden producirse por causas extrínsecas como un trauma directo (patada) o intrínsecas debido al sobreuso (son las más frecuentes) que se genera en la musculatura solicitada. En este sentido el sobreuso de los tejidos blandos suele ser el más común entre corredores de fondo y ciclistas produciendo el síndrome de fricción de la banda iliotibial. Se trata de una tendinitis o tendobursitis de la cintilla iliotibial producida por la fricción repetida de la banda iliotibial sobre el epicóndilo lateral femoral cuando hacemos running o ciclismo, denominada popularmente lesión de “rodilla del corredor”.

La banda iliotibial se extiende desde la cadera hacia abajo por la parte exterior del muslo y se inserta en la tibia, tiene un papel importante para la estabilización de la rodilla en la marcha, desplazándose desde la parte posterior del fémur a la parte anterior durante la marcha. El rozamiento continuo de la anda sobre el epicóndilo lateral femoral con flexión y extensión repetida de la rodilla durante la carrera puede provocar inflamación en su origen proximal y causa dolor referido de la cadera. Se caracteriza por dolor mecánico localizado en la cara externa de la rodilla, pudiendo irradiar al muslo, su diagnostico médico debe excluir otras patologías como la afección del menisco y el ligamento o la patología femoropatelar. Los factores que favorecen esta inflamación son:

• Aumento brusco del kilometraje o la intensidad de los entrenamientos.
• Cambio brusco de la superficie de entrenamiento.
• Desarreglos en la biomecánica.
• Poca flexibilidad en los Miembros Inferiores (MMII).
• Incorrecta posición en la bicicleta.
  • Sillín demasiado alto >150º.
  • Sillín demasiado retrasado.
• Correr cuesta abajo.
• Debilidad de los miembros abductores, glúteos medios.

El tratamiento consiste en reposo deportivo cuando aparece el dolor, calzado adecuado (alteraciones en la pisada), ejercicios de fortalecimiento de la cadera (Hutchinson A, 2012) y potenciación de los MMII (Verkhoshansky Y, 2004). Para ello proponemos la siguiente estrategia preventiva y potenciadora de los miembros inferiores:

• Ejercicios de fortalecimiento y potenciación de Cadera

• Ejercicios de fortalecimiento y potenciación de los MMII.

                 2×10(18)/3´. 2 días x semana

Esta y otras patologías se pueden evitar o reducir a la mínima expresión si utilizamos el trabajo funcional de la fuerza para fortalecer y potenciar nuestro sistema osteo-muscular, pero antes debemos de recurrir a  fuentes fidedignas y a expertos en cada uno de los diferentes ámbitos en los cuales se engloban las ciencias de la Actividad Física y  de la Salud.