No pretendo hacer de sicóloga, no he estudiado para ello ni quiero ni tengo la capacidad, además admiro mucho a las personas que se dedican a ello y mantienen el control de su existencia. Tiene que ser difícil.
Pero muchos años leyendo revistas de corazón y viendo programas me han hecho pensar. Vale, lo reconozco, leo revistas rosas y veo programas de cotilleo. No me gustan los documentales de la dos. No tengo porque dar explicaciones de por qué me gustan, pero las doy. Creo que el éxito de estos programas es que mientras te “interesas” por la vida de otras personas te olvidas de la tuya y te hacen pensar en otras cosas. Desconectas sin meterte en profundidades.
La prensa del corazón ha hecho que, viendo el comportamiento de estos personajes, haya creado mis paralelismos con la vida real. A esto lo llamo “Síndromes varios” y os voy a poner algún ejemplo para que lo entendáis.
- Síndrome de Rocío Dúrcal. Aplicable a familias que durante años dan la imagen de perfección y de repente descubres que se llevan fatal. Más normal de lo que a veces creemos.
- Síndrome de Ana Obregón. Cuarentona que se cree que todavía tiene 20 años y se pone la misma ropa que entonces. Se da mucho en mujeres de reciente separación matrimonial.
- Síndrome de Rocío Jurado. Dícese de andaluces o procedentes de autonomías de marcado acento que cuando triunfan quieren ser más “fisnos” que nadie. Y no hay quien los entienda.
- Síndrome de Belén Esteban. Mujer inculta y ordinaria que se cree que tiene gracia y que su único mérito es acostarse con otro de su calaña. Hay muchas, abundan. De ahí el éxito de este personajillo.
- Síndrome de Cristina de Borbón. La típica que nunca ha tenido éxito con los hombres y de repente se liga a un tío bueno. Baba caída y venda en los ojos. Suelen ser de familia adinerada. Ella es la única que se cree que eso es amor.
De momento ahí lo dejo. Pero voy a seguir investigando a ver si encuentro más casos. Seguro que conocéis algún ejemplo de estos síndromes en vuestro “entorno” (esto del entorno es clara influencia del mundillo rosa).
Es que de todo se aprende, hasta del “Hola” y del “Cuore”, aunque desde luego la revista de la que más se aprende es el “Pronto”. Es una enciclopedia.
A estudiar.
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