Revista Comunicación

Sinergia empresarial, cómo colaborar en un proyecto

Publicado el 10 febrero 2014 por Bikuma @BikumaGlobal

Articular la sinergia entre dos o más empresas es un reto que hay que encarar con varios principios en mente… por todas las partes. De otra forma, se corre el riesgo de que el proyecto no recale en buen puerto, con el consiguiente daño para los involucrados. Y, sobre todo, para los intereses del cliente, con lo que eso puede resultar de cara a su relación futura con los proveedores de negocio, y a la imagen de estos. Así que aquí van unas cuantas reflexiones para guiar el timón a cuatro manos (o más).

Colaborar y no competir. Es necesario alinear intereses, aunque los objetivos de cada empresa sean diferentes en un inicio. Es preciso definir una o varias metas comunes que cumplir y delinear el camino conjunto hacia ellas. Riesgo si no se cumple: la sinergia no va a ser todo lo efectiva que pudiera ser.

Saber qué se está vendiendo. Si hay ideas divergentes, el comercial va a gastar su energía en algo que no va alineado a lo que debe ser una propuesta de valor conjunta que tenga sentido a los ojos del cliente. Una desviación puede suponer un proceso de recopilación de información que no sea válida para el proyecto.

Formar un único equipo. El equipo de trabajo tiene que ser mixto y trabajar para el cliente. No es efectivo que cada una de las partes cuente con un equipo separado. Si una de ellas fagocita a la otra, si una de las empresas sólo recibe preguntas y no respuestas, hay alguien que está sometiendo al otro lado a un interrogatorio… para alcanzar sus propios objetivos.

“Aquí mando yo”. Es contraproducente el tener que remarcar constantemente la propiedad del proyecto. Si vas de la mano con alguien que te está continuamente diciendo “aquí el que manda soy yo”, de sinergia se pasa a subcontratación. Se pierde confianza, y la parte “subcontratada” puede replantearse la energía que va a emplear.

Colaboracion

 

Comunicación con el cliente. La información debe llegar a las dos empresas de manera simétrica, lo más limpia posible, sin filtros. De otra forma, si una de las partes la maneja en su propio beneficio,  los resultados pueden verse perjudicados. El establecimiento de una jerarquía, jefatura de proyecto o estructura no tiene porqué mezclarse con esto.

Obligaciones y derechos equilibrados. Dentro de esa estructura de equipo deben existir unas obligaciones y derechos equilibrados para cada una de las partes, según el peso que lleve cada una en la sinergia. Aquella que cargue con un mayor porcentaje del proyecto, que más riesgos está asumiendo, tendrá más obligaciones y derechos que la otra parte.

Aprendizaje. Colaborar con empresas distintas te da un punto de vista diferente a lo que haces habitualmente, en cuanto a metodología, enfoque y otros aspectos. Te puede servir para mejorar tus propios procesos. Nadie sabe hacer de todo ni nadie es experto en todo. Piensa que adquirir ese conocimiento extra puede ayudarte a conseguir proyectos más ambiciosos en el futuro.

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