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En literatura, la sinestesia es un recurso artístico que consiste en el cruce simultáneo de dos o más impresiones sensoriales para expresar metafóricamente una idea que no debe ser comprendida de forma literal. Cuando este concepto migra al resto de las artes, como la música, la pintura, la moda o la arquitectura, el resultado es la creación de una percepción irreal pero verdadera donde los sentidos se entrelazan para interpretar una melodía, un cuadro, una prenda o un espacio con la intensidad única de una mezcla de emociones.
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El término sinestesia proviene de la psicología y mientras que algunos la definen como un trastorno de la percepción, otros la comprenden como una forma “más completa” de experimentar diferentes estímulos sensoriales. Se trata, en otras palabras, de una comunicación inusual entre los sentidos que permite ver sonidos, saborear colores, escuchar formas…
Los comienzos del siglo XX son probablemente los años de mayor inspiración para grandes artistas que se sirven de la estimulación multisensorial para traducir conceptos de distintas disciplinas. Veremos un García Lorca hablar de “verde viento”, un Rimbaud otorgar colores a las letras del alfabeto, un Kandinski sugerir criterios de improvisación musical mediante la pintura. Algún tiempo atrás Van Gogh también supo transmitir sonidos a través de sus dibujos ondulantes.
La noche estrellada, 1889. Vincent Van Gogh
Dicen los neurólogos que cuando llegamos al mundo todos somos sinestésicos, pero a medida que nuestras neuronas estructurales van madurando, los sentidos comienzan a especializarse hasta diferenciarse claramente unos de otros. Aproximadamente, solo el 5% de la población mundial mantiene esta capacidad, perpetuando un fenómeno hereditario que se produce por la interacción entre determinantes genéticos y experienciales.
Cuando una persona sinestésica recibe un estímulo sensorial, por ejemplo, escucha una nota musical, además de oír su sonido más o menos agudo o grave, también huele un aroma. Otras pueden asociar un color a determinadas letras o números, o percibir los meses ordenados en un círculo. En estas variaciones sensoriales, los sentidos no se mezclan, sino que se entrelazan de forma involuntaria y automática.
La sinestesia es muy común en las disciplinas artísticas. Algunos músicos experimentan vivencias auditivas-sensoriales en las que mediante sonidos que escuchan emergen sensaciones físicas. Por ejemplo, una nota musical que genera calidez en la frente. Otros, pueden percibir colores y formas a partir de melodías; el propio Frank Liszt le pedía a su orquesta que tocara “un poco más azul” o “no tan rosa”.
Lyrical, 1911. Wassaly Kandinsky
También pintores como Vincent Van Gogh o Wassily Kandinsky han producido sus obras más emblemáticas a partir de experiencias multisensoriales que asociaban sonidos con colores. Este tipo de sinestesia es conocida como cromestesia, una condición que a muchos maestros del pasado les ha permitido pintar sonidos. Van Gogh explicaba que para él las notas musicales evocaban ciertos colores y emociones, dotando todo su trabajo de movimientos expresivos y vibrantes. Mientras que Kandinsky creó una increíble colección de pinturas abstractas que expresaban la asociación de cada nota musical con un color: los graves evocaban un amarillo brillante y los agudos ondas oscuras.
El recurso de estimular los cinco sentidos humanos a fines de evocar una percepción a nivel emocional es cada vez más utilizado en el ámbito del marketing, donde el aspecto visual y estético cobra especial protagonismo. Según los expertos, el impulso de compra de un cliente es desencadenado principalmente por sus emociones y estados de ánimo. Lo que percibimos a través de los ojos es procesado en un área relativamente consciente del cerebro, mientras que aspectos como el olfato y el gusto actúan a nivel emocional e inconsciente.
The Waterhouse, Shangai / Neri&Hu Design and Research Office
La arquitectura también se abre a la incorporación de percepciones multisensoriales para crear escenarios holísticos, dando lugar a un cruce entre el espacio real e ilusorio, aquel tangible y otro evocado. Estos elementos sensoriales se combinan de forma selectiva y coordinada dentro del ámbito del diseño de espacios para crear una arquitectura sinestésica en la que confluyen elementos materiales, decorativos y paisajísticos, con el principal objetivo de evocar emociones positivas.
A su vez, la arquitectura también ha influido desde siempre en la confección y el diseño de moda. En las últimas décadas, la moda emergente ha comenzado a reaccionar a tendencias basadas en elementos del espacio arquitectónico contemporáneo, procurando traducir una percepción sensorial en la superficie de la prenda a través de simetrías y asimetrías, juegos ópticos, bloques de color, formas geométricas, etc.
Diseños góticos Guo Pei
Diseños góticos Guo Pei
Sabemos que la percepción espacial no se limita a la vista, sino que intervienen otros factores (acústica, iluminación) que acaban ejerciendo una influencia considerable a nivel emocional. Lo olfativo, por ejemplo, determina muy significativamente la concepción de un espacio, en especial aquellos olores vinculadas a recuerdos de la infancia que pueden evocar sensaciones de seguridad y confianza, que inmediatamente se traducen al espacio.
Estos recursos de estimulación multisensorial predominan en hoteles, tiendas o instalaciones temporales, aunque de forma creciente también comienzan a incorporarse en residencias privadas. En el marco de la feria comercial Heim & Handwerk celebrada en Munich, el stand del Instituto Técnico Superior de Coburg introdujo algunos de estos hallazgos combinando zonas cromáticas con ciertos aromas (luz de color verde + aroma a césped recién cortado).
Está comprobado que las personas reaccionan de modo mucho más intenso en espacios multisensoriales, por lo que cada vez más las tendencias apuntan a no centrar la atención únicamente en el aspecto visual a la hora de diseñar un espacio, sino integrar elementos que incluyan el ejercicio de todos los sentidos hacia una experiencia háptica.
ZeBar, Shangai / 3Gatti Architecture Studio
De este modo, las proporciones, los colores, la disposición de la luz, la relación interior-exterior, las texturas, etc., operan como una forma de engranaje hacia un mismo concepto que evoca una simbología específica. Solo así entrarán en una relación directa las capacidades sensoriales, las percepciones físicas y emocionales, y el entorno construido.
Lo que resulta atractivo es cómo se propone la interacción entre lenguajes de distintas disciplinas para lograr la causa común de construir una mejor representación del objeto. Un buen ejemplo de cómo funciona la sinestesia en arquitectura es el Pabellón Philips en la Exposición Universal de Bruselas de 1958. La construcción de esta estructura efímera, diseñada por el reconocido arquitecto suizo Le Corbusier, fue una reproducción en clave arquitectónica de una pieza musical de Iannis Xenakis, Metastaseis, quien también colaboró en el proceso de diseño y planificación.
Pabellón Philips, Le Corbusier
Pabellón Philips, Le Corbusier
El resultado es una alteración de los lenguajes arquitectónicos y musicales con rasgos distintivos de ambas artes. Además de estar cimentado en las formas de la partitura -referencia visual y estructural de la obra-, el pabellón es una construcción dependiente de la técnica compositiva de Xenakis: curvas que evocan instrumentos de cuerda, atmósferas microtonales y alturas asimétricas. En cierto sentido, el Pabellón Philips es una escultura a partir de la música y una muestra evidente que cómo una partitura puede funcionar más allá de sus límites de escritura y producción musical para traducirse en una expresión tangible en términos espaciales.
Fuente y créditos fotográficos: ¿Qué es sinestesia? / Arquitectura sinestésica / Música construida: el Pabellón Philips, Iannis Xenakis y Le Corbusier / Sinestesia: la habilidad de expandir tus sentidos / Sinestesia: el color de las palabras, el sabor de la música, el lugar del tiempo / La percepción sinestésica en el desarrollo del diseño arquitectónico / Vincent Van Gogh y el poder de la sinestesia en el arte / La sinestesia como tendencia emergente / Catálogo Arquitectura / Plataforma Arquitectura / ArchDaily
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