Revista Cultura y Ocio
Sinfonia de silenciosLidia HerbadaASIN: B00DSPV616Formato: Digital– 165 Págs Editorial: Autopublicado
Sinfonía de Silencios es una mirada al pasado, un flashback a los años 90, una historia de amor entre un pianista y su alumna, envuelto en Nocturno Póstumo de Chopin, en sueños bañados en chocolate y Licor 43. Rebobina el cassette de tu adolescencia para recordar los años en los que soñamos, vagamos entre la niñez y la madurez, en la que recordar un primer beso, y el primer amor queda marcado en ti para siempre.
El fin de semana pasado estaba leyendo esta novela. Bueno, más bien estaba terminándola. Y es que tras haber leído 39 cafés y un desayuno hace unos meses, sabía que me gustaba como escribe Lidia Herbada… aunque este no tenga nada que ver con el anterior. Y ya solamente al abrir el prologo me encuentro con un personaje que lleva mi nombre y un nocturno precioso de Chopin… va pintando bien la cosa.
Laura es una chica diferente para su edad, donde las adolescentes de 15 años piensan en chicos y en el amor ideal, casi exclusivamente en eso. Sin embargo ella no sabe lo que es eso y se ha cerrado a esas experiencias posiblemente debido a algunas carencias de infancia y al aparato ortopédico que lleva en la espalda de forma provisional. Pero eso es lo de menos porque siempre pasa lo mismo: cuanto más niega uno algo, con más fuerza le atrapa.
Así que todo cambia cuando entra en escena Marcos, el profesor de música que la conquista con su Nocturno de Chopin. El es (aparte de mayor que ella) un rayo de luz en el asfixiante colegio de monjas, además de una persona especial que comparte su modo de ver la vida.
A lo largo de las paginas vamos encontrando algunas conversaciones entre ellos, separadas en el tiempo aunque se vieran todos los días… como si los años hubieran hecho una selección de las mejores para recordar. En ellas hay grandes reflexiones sobre la música y la vida, que ambos consideran imposible la una sin la otra.
Nos habla de sentimientos universales, para los que no hace falta tener edad ni preferencias, ya que todos compartimos el concepto de amor y amistad. Por supuesto que la ambientación y la forma en que se cuenta (y que Laura lo vive) me ha hecho volver a la ilusión del amor adolescente, tan intenso a ingenuo…
Pero por otra parte (no tan bonita) nos habla también de expectativas no cumplidas. Por ello el libro comienza en los años 90, media década antes de mi propia adolescencia, y hacia la mitad pega un salto hasta la época actual… y vemos lo que realmente ha pasado con los años, que no es ni mucho menos lo que habíamos esperado.
A mí la historia me ha dejado sensaciones contradictorias, de tristeza y esperanza al mismo tiempo. También añoranza por no ser capaz de sentir las cosas de la misma manera, de haber madurado demasiado y desconfiar de la gente. Pero sin embargo me ha gustado mucho porque nos hace recordar no solo las sensaciones del primer (o segundo, o tercer…) amor, sino aquellos años 90 en general, con sus cintas de casett y muchas otras cosas que ya no van a volver.
Quizá sí le hiciera falta una ligera revisión de formato especialmente enfocada a algunos fallos de puntuación que aparecen en algunos lugares, más bien como errata que como falta. Si bien es cierto que ortográficamente se ha colado algún acento o alguna cosilla, la historia se devora y a mi apenas me ha durado unas horas.
Los personajes son estupendos y muy bien definidos a pesar de lo corto que pueda ser el libro. Todos (en realidad son 4 principales) tienen su función y sus contrastes. La excepción que confirma la regla seria Marcos, del que sabemos realmente poco… y solo la imagen que ha pasado de él a través de los años. Pero por algo era un amor adolescente idealizado, ¿no?
El final, a pesar de que me lo imaginaba, me ha parecido precioso. Un rayito de luz en una existencia gris… me ha encantado pensar que ninguno de nosotros debe perder la ilusión de vivir.
A pesar de lo que podáis pensar, de la imagen de literatura femenina que veáis en esta novela, creo que es muy apto para todos los públicos y no solamente para mujeres. Al fin y al cabo habla de amor… y ese es un lenguaje que entendemos todos.
Y para terminar os dejo con el Nocturno Postumo de Chopin. Hace años que colecciono discos de distintas interpretaciones de sus obras, aunque este fragmento en concreto no aparece en demasiadas de ellas. La había escuchado bastante veces, pero hasta que no lei la novela no me di cuenta de que la diferencia entre quien lo toque es precisamente los silencios… porque los tiempos de espera son muy importantes tanto en la música como en la vida.