Singularidad Tecnológica (parte III)

Esta es la tercera y última parte de una serie que pretende ser una introducción al concepto de Singularidad Tecnológica, la historia del hombre y la tecnología, el contexto actual y las perspectivas futuras. Pueden leer el resto de este artículo acá: Singularidad Tecnológica (parte I) y (parte II)

Singularidad Tecnológica (III – final)

Atreverse a soñar

Robots La Singularidad Kurtzweileana promete avances espectaculares en todos los ámbitos, pero principalmente se habla de tres revoluciones: la genética, la nanotecnológica y la robótica.

Tecnologías que pensamos podían esperarse dentro de miles de años, tal vez sean vistas en este siglo:

Nanorobots inteligentes para corregir defectos genéticos serán el Santo Grial de la terapia génica poniendo fin a este tipo de enfermedades. Los mismos nanorobots, al reparar los daños del ADN terminarían con el cáncer. Y como si esto fuera poco, podrían revertir el mismísimo envejecimiento logrando el ser humano inmortal.

Lo que suena demasiado fantástico, pierde ese carácter al leer los avances actuales: hace un tiempo se descubrió un mecanismo universal del envejecimiento que sería la clave de esa inmortalidad.

En caso de que se dañe accidentalmente el cuerpo, la ingeniería de tejidos podrá regenerar las partes.

Los nanorobots se encargarían de transportar los nutrientes necesarios a los sitios que así lo requieran. De esta manera se independizaría el aparato digestivo de su función alimentaria, dejándolo libre para los placeres culinarios, de la misma manera que logramos actualmente independizar el sexo de su función reproductiva.

Singularidad Tecnologica Otros nanorobots estarán integrados en el cerebro compartiendo información en tiempo real con dispositivos electrónicos e incluso con otros humanos.

Se usarán bandas anchas millones de veces más rápidas que las transmisiones naturales mediante el habla o la lectura. Imaginen bajar información a sus cerebros a velocidades mayores a las que sus computadoras se conectan ahora a Internet.

Más nanorobots se ocuparán del medio ambiente, la energía y el desarrollo de alimentos en cantidades nunca antes vistas.

Artefactos similares a una impresora 3D nos permitirán en nuestra casa fabricar cualquier objeto mediante la reconfiguración de la materia a nivel molecular.

En su libro, Kurzweil describe este mundo utópico en el que las enfermedades, la polución, la pobreza y los sufrimientos van a ser completamente desterrados, incluso la vida humana misma sería desterrada finalmente en lo que llama trascendencia biológica.

¿Estamos cansados de estar en el mismo cuerpo? No hay problema, se podrá hacer un backup de nuestra información cerebral, y bajarla a un nuevo cuerpo, a un robot, o podremos alcanzar la libertad absoluta como seres electrónicos transfiriendo nuestra mente a mundos completamente virtuales. La próxima vez que vean The Matrix, háganlo pensándola como un gran signo prodrómico

Se terminará definitivamente la individualidad para dar paso a una gran mente colectiva?

El panorama es intimidante y las consecuencias éticas y filosóficas de todo este asunto pueden quitar el sueño. Sin embargo, hay que tener en cuenta que sólo podemos jugar a imaginarnos este futuro porque seguimos haciéndolo con nuestro limitado y pequeño cerebro de 1500 gramos. ¿Qué podemos saber sobre lo que hará nuestra futura civilización con inteligencias millones de veces superiores?

Incluso puede ser tan radicalmente diferente que nuestras estructuras mentales y nuestros modelos sobre lo correcto e incorrecto no tengan allí cabida.

En los albores de la vida, las bacterias dominaron el planeta durante millones de años. Resignaron ese puesto ante algas, plantas, moluscos, artrópodos, peces, reptiles y finalmente mamíferos. Hace aproximadamente 6 millones de años el homínido comenzó a adueñarse de la tierra usando palos y piedras. Hoy está al borde de un evento que puede llegar a cambiarlo todo… estará llegando el tiempo de la transhumanidad?