Generalmente, pese a lo pudiesen pensar acerca de mis gustos, el genero del terror (y del horror) no son de mi agrado ni mucho menos de un seguimiento o pasión en comparación con otros géneros como la ciencia ficción, por ejemplo. Pese a ello he encontrado a lo largo de los años varios títulos más que formidables y audaces que van mucho más allá de los convencionalismos y formulas gastadas de dicho genero. Formulas que, dicho sea de paso, parecen nunca pasar de moda y seguir gustando al público, y lo digo de esta manera debido a que Siniestro, el nuevo trabajo del irregular director Scott Derrickson sigue al pie de la letra los mismo clichés y sorprendentemente funcionan.
Para quien no lo tenga identificado, deberían para bien y para mal, el señor Derrickson, es el responsable de la acertadísima El exorcismo de Emily Ross y de la desastrosa El día que la tierra se detuvo, obviamente el remake, cinta de la cual mi compañero Cristóbal guarda múltiples pesadillas. Una de cal por otra de arena, por ello el visualizar su nueva propuesta era algo sumamente riesgoso, más si tenemos en cuenta que los productores eran los mismos de cintas como Actividad paranormal, para quien esto escribe uno de los mayores engaños de la historia del cine, y La noche del demonio, película que pase por alto, pero que seguía igualmente la estética de la primera cinta citada, un formato, algunos llaman técnica, de filmación que en años recientes parece gustarle mucho al público, en especial al apasionado al genero de terror. Sus motivos tendrán.
Supongo que argumentaran que le da un aire de realismo mucho más tenebroso y crudo, pero honestamente solo dos películas han logrado usar bien esa técnica como lo son El proyecto de la bruja de Blair y recientemente la española REC, de las demás es mejor olvidarse. Si acudí a ver Siniestro se debió principalmente al bien armado trailer que publique hará unos meses en el sitio, y que argumentaba, en aquella ocasión, que vendían muy bien una historia más del montón, a priori, y que probablemente habían asegurado mi boleto de cine. Acudí con un amigo al cine más cercano y procedimos a entrar a la función más próxima. No me sorprendió que la sala estuviese casi llena, a fin de cuentas este tipo de cintas suelen generar mucho dinero en taquilla pues hay mucha gente que disfruta del genero. Además tiene su cierto morbo compartir miedo con el resto del público en la sala y gritar o brincar de tu asiento al mismo tiempo.
Siniestro sigue la sencilla historia de Ellison Oswalt, interpretado por el buen actor Ethan Hawke, un escritor de novelas policíacas y de crimen. Han pasado más de diez años desde su último éxito, y por ende decide mudarse junto con su familia a una casa donde recientemente ocurrió un terrible asesinato, cosa que obviamente su esposa e hijos desconocen. Oswalt pretende, en su pasión, investigar todo lo posible acerca del asesinato perpetrado en esa casa y poder escribir una novela que lo devuelva a la cima. Lo que Oswalt no sabe, y su familia mucho menos, es que no se trata de un simple homicidio ni tampoco de un asesino en seria, sino de algo mucho más horripilante: un ente demoníaco responsable de al menos cuatro asesinatos y la desaparición de los infantes de cada familia.
La cosa se complica cuando Oswalt descubre una caja con vídeos viejas filmaciones, donde se puede ver crudamente los asesinatos. ¿Quién filmo? ¿Por qué? Es ahí donde reside la clave de la película y la evidente y lógica resolución de la propia historia. Derrickson usa los recursos propios del género, tales como la desesperante música, hartos ruidos, un ambiente obscuro y generalmente escenas de noche, ya saben, para generar un poco de miedo en el espectador, y si pueden sugestionarnos con sustos prefabricados, mejor. La fórmula esta ahí, pero afortunadamente Derrickson sabe usarla con ritmo y con mucho atino. Nunca abusa y cuando decide mostrar lo concerniente al desarrollo de la historia, lo hace adecuadamente. Para cuando se nos revela el clímax y la clave de la historia, los niños, ya habremos tenido más de un agradable susto. Lo más interesante de la película, inclusive más allá del monstruo en turno, es el interesante y justificado viaje al infierno interior que el personaje principal realizada a lo largo de toda la cinta. Su obsesión por regresar al éxito es tal que hace caso omiso al riesgo que tanto él como su familia están a punto de sufrir. Terrible.
Para cuando llega el final, más que predecible pero no por ello menospreciable, nos damos cuenta que ha valido la pena el tiempo invertido en la película. No es que sea un filme formidable ni mucho menos una joya dentro del género, pero sabe usar los recursos propios del género con el debido acierto y les hará pasar más un rato agradable al lado de sus amigos y familiares. Recomendable para ver un fin de semana, si lo prefieren en compañía, les hará el visionado más entretenido. Creo que Siniestro es una decente propuesta de horror que tiene sus mayores logros en los hombros de Ethan Hawk y en el necesario y justificado uso de lo paranormal para acrecentar una trama predecible pero igualmente interesante.
★★★☆☆