Pese a que la infección de la bacteria Helicobacter Pylori suele darse con mayor frecuencia en la infancia, sus síntomas a veces no se hacen evidentes a lo largo de toda la vida. Algunos cálculos hablan de que dos tercios de la población mundial se encuentra afectada por esta, incluso en los países desarrollados y con unas condiciones higiénicas adecuadas. Los síntomas de infección por Helicobacter Pylori pueden pasarse por alto en ocasiones como episodios puntuales de malestar estomacal, sin que esto ponga en alerta a quien lo padece. No obstante hay casos en los que los síntomas son más intensos, llegando a causar molestias y dolor agudo, tanto de forma intermitente como crónica.
Repasaremos los síntomas de infección por Helicobacter Pylori desde los más leves hasta los de mayor intensidad.
- Exceso de eructos o mal sabor de boca: La Helicobacter Pylori produce CO2 y amoniaco con el fin de neutralizar los ácidos del estómago y evitar que estos le afecten. Estos compuestos aumentan la frecuencia de los eructos.Aunque eructar no siempre es una señal de que se tiene la bacteria, un test de aliento puede determinar si hay un exceso de CO2 y por tanto se puede estar infectado por la Helicobacter Pylori. En otros casos se puede tener en la boca una sensación desagradable, de mal sabor. Es un signo de que se puede padecer gastritis, y si no se trata a tiempo puede derivar en una úlcera.
- Llagas en el interior de la boca: Aunque no es común, algunos pacientes a los que se les ha diagnosticado una infección por Helicobacter Pylori tienen llagas en la boca. Se desconoce por qué no están presentes en todos los casos, aunque se baraja la posibilidad de que factores como el tabaquismo o un sistema inmunitario desequilibrado pueda aumentar el riesgo de que estas llagas se produzcan en algunos pacientes. Hay expertos que no lo consideran una causa de infección debido a que aún no hay pruebas concretas que las relacionen con seguridad.
Sensación de hinchazón El estómago genera una sensación de hinchazón tal que incluso se puede llegar a sentir al poco tiempo de empezar a comer que uno está lleno. El apetito se reduce a un grado muy alto, lo cual puede llevar a dejar de comer aunque solo se ha ingerido una cantidad muy escasa de alimento. A su vez, ello lleva a una pérdida de peso bastante significativa por comer muy poco. - Dolor o quemazón: Cuando la Helicobacter Pylori causa una úlcera se presentan episodios dolorosos o una sensación de quemazón en la parte superior del estómago, lo que se conoce comúnmente como ardor de estómago.Como norma general este malestar aparece entre media y una hora después de haber comido, cuando los ácidos del estómago están haciendo su labor para digerir los alimentos y las heridas producidas en las paredes a causa de la bacteria se ven afectadas. En otros casos el dolor se hace continuo e intenso, aún más cuando se tiene el estómago vacío, como por la noche o entre las comidas.El dolor también se puede notar cuando se presiona el abdomen. En estos casos lo mejor es consultar al médico para que determine si se tiene la bacteria, sobre todo si estos síntomas persisten o se agravan a medida que pasa el tiempo. Algunas veces se puede evitar la úlcera si se atienden los síntomas a tiempo o reducir el tiempo de tratamiento si esta aún no es demasiado grande.
- Deposiciones oscuras o negras: Si las heces tienen rastros de sangre, son de un color rojo oscuro o incluso negro, la Helicobacter Pylori puede haber causado una úlcera gastroduodenal. Las paredes del estómago están sangrando cuando se hace la digestión, y esta sangre se transfiere a los alimentos digeridos, cuyos residuos son expulsados junto con ella y se presentan de esta manera.
Cómo actuar si se tienen síntomas de infección por Helicobacter Pylori
Antes que nada conviene indicar que tener alguno de estos síntomas de manera puntual no es una señal clara de que hay infección por Helicobacter Pylori. Puede haber otras causas que lleven a alguien a tener dolor abdominal, falta de apetito o incluso heces oscuras. Pero si estos síntomas son persistentes y se presentan varios de ellos de forma habitual, conviene plantearse la infección como una de las causas, sobre todo teniendo en cuenta como hemos dicho al comienzo que la bacteria está presente en un porcentaje muy alto de la población mundial aunque no se tenga ningún síntoma.
Con el fin de descartar o certificar que se trata de Helicobacter Pylori, lo mejor es acudir a la consulta de un médico para que realice las pruebas oportunas. Hablaremos de los métodos con los que se puede diagnosticar la infección por Helicobacter Pylori en un próximo artículo.