Revista En Femenino

Síntomas del síndrome postvacacional

Publicado el 31 julio 2013 por Femeniname

Síntomas del síndrome postvacacional

On 31 de julio de 2013 by femeniname

Para algunos se han acabado las vacaciones y para otros aún no han empezado. Esas vacaciones que esperamos con tanta ilusión y que son tan deseadas y tan necesitadas, se acaban y nos resultan tan cortas e insuficientes que algunas personas sienten un malestar inespecífico del que hoy hablamos: Síndrome Postvacacional. Lo más importante es pensar que estas vacaciones nos ayudan a cargar las pilas y que, aunque no lo parezca, hemos descansado, hemos disfrutado o al menos no hemos tenido las obligaciones de todos los días. Lo resumimos en: “Que nos quiten lo bailao”.

El síndrome postvacacional es la falta de adaptación a la rutina cotidiana tras el periodo de vacaciones o de ocio. Actualmente no es considerado como una enfermedad, aunque si sus síntomas persisten pasadas las primeras semanas es aconsejable acudir a un profesional para descartar la existencia de otra patología. Este síndrome se refiere a un estado de malestar general, con síntomas tanto psíquicos como físicos, afectando principalmente a personas de 45 años a 55 años.

sindrome_postvacacional

Los síntomas son muy variados pero los más habituales son:

SINTOMAS FISICOS

  • Cansancio
  • Insomnio
  • Molestias gastrointestinales
  • Taquicardia

SINTOMAS PSICOLOGICOS

  • Tristeza
  • Apatía
  • Falta de concentración
  • Irascibilidad
  • Ansiedad

Para prevenir o aliviar estos síntomas, podemos adoptar algunas medidas sencillas pero eficientes:

  • Fraccionar las vacaciones si nuestro trabajo nos lo permite, así podremos disfrutar de pequeños paréntesis a lo largo del año que nos aliviarán de un tiempo tan prolongado sin descanso.
  • No alargar las vacaciones hasta poco antes del día de nuestra incorporación al trabajo, se recomienda volver un par de días antes para tener una adaptación más paulatina.
  • Ajustar nuestros horarios de sueño, comida y descanso en estos días previos al trabajo.
  • Adoptar una actitud positiva el reencuentro con el trabajo y la rutina cotidiana. Observar el lado bueno del trabajo y su utilidad, pensando que hemos cargado las pilas y afrontaremos las tareas cotidianas con más energía.
  • Mantener los pequeños placeres de las vacaciones y planificar actividades gratificantes para estos días laborables (montar en bici, quedar con amigos, tomar un aperitivo por la tarde, pasear, etc.)
  • Ser conscientes que este malestar es pasajero, al cual nos adaptaremos naturalmente en un breve periodo de tiempo.

Hay que tomarse un tiempo para arrancar y volver a coger el ritmo que teníamos antes de vacaciones pero no hay que olvidar que estamos más descansados y que nos quiten lo bailao…

 


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