Hace ya un año, al poco de comenzar este blog, escribí sobre el Balaton de forma general. Me gustaría empezar hoy una serie de entradas profundizando más sobre el que es el mayor lago de Europa central y el principal destino vacacional interno de Hungría. Comenzamos hablando de la costa sur y su capital de facto, Siófok.
La orilla del lago Balaton, con sus inseparables patos y cisnes.
La llegada al Balaton en tren siempre es un momento especial: el enorme lago monopoliza la ventanilla derecha, y comienzan las casitas familiares de Balatonaliga, el primer pueblo, a lo largo de la costa, a través de la cual el tren discurre paralelo a la carretera, cerca de la orilla. Después viene Balatonvilágos, y enseguida Siófok.
Viviendas unifamiliares a la orilla del lago en Balatonaliga, desde el tren.
Siófok es la localidad más importante de la parte sur. A una hora en coche por autopista de Budapest y hora y media en tren, se accede fácilmente desde la capital. Tiene un ambiente más joven, que busca fundamentalmente salir por las noches y pasar el día tumbado en la orilla del lago. El paseo de Petőfi (Petőfi setány) paralelo a la playa, cruzando las vías del tren hacia el norte, cuenta con todo tipo de puestos: podemos comer langos, palacsinta, hamburguesas, perritos calientes, kebab, pizza, hekk, carne empanada, tomar helados, granizados, cerveza, cocktails e incluso fumar sisha en las múltiples terrazas a lo largo del paseo. También hay algunas atracciones como los autos de choque, máquinas recreativas, así como puestos de ropa y complementos veraniegos (bañadores, gafas de sol...). Uno tiene la sensación al caminar de que está en un pequeño paseo marítimo del litoral mediterráneo. ¡Es realmente el mar húngaro!
Al lado está la playa (o mejor dicho zona de baño), y también las discotecas y pubs que abren más tarde, por la noche. Al final del recorrido está el puerto, desde el cual parten los barcos a la orilla norte. Cruzando las vías del tren, hacia el sur, podemos pasear por el centro de Siófok: su plaza central, con la torre del agua y sus fuentes, el parque, las estaciones de autobús y tren y un centro comercial con cine. Uno de los mayores inconvenientes son las mencionadas vías del tren, que parten la ciudad en dos, y que además con el intenso tráfico ferroviario veraniego son aún más incómodas de cruzar (muchas veces toca esperar en la barrera). Y es la misma historia en casi todas las poblaciones del lago.
Centro de Siófok.
Torre de agua (con un mirador arriba) y fuente, Siófok.
La playa más famosa de Siófok, llamada Nagystrand no es más que una zona ajardinada (con poca hierba y mucho trébol), un paseo de baldosas en la orilla y algunas pasarelas para entrar al lago. Hay algunos puestos de helados y fast-food, así como bares con terrazas (el más popular es el Beach Club, que tiene arena en lugar de césped). No hay vestuarios (aunque sí unos probadores para cambiarse al aire libre), y los baños (bastante poco higiénicos) son un edificio gris con una encargada en la puerta que para colmo tiene un plato al que se le pueden echar algunas monedas (aunque oficialmente son gratuitos y no hay ninguna obligación de dar dinero, algo que, tras ver el estado de los baños, no haría ni loco). Pueden alquilarse tumbonas y patines de pedales.
Nagystrand, con su paseo y las pasarelas para entrar al lago.
El precio de la entrada al Nagystrand son 1.000 forint en temporada alta y 700 a finales de Agosto y Junio. Dado lo poco que ofrecen, puede considerarse más una especie de tasa o impuesto por bañarse en el lago que la remuneración por un servicio. Si os vais a bañar un día, se puede ir sin problema, es un desembolso mínimo (2-3 € por persona). El problema es si vamos para una semana, por ejemplo. Tres euros por persona en una familia con dos hijos supone más de 60 € a la semana ¡solo por ir a la playa!. Sin duda en este caso las playas gratuitas son la mejor opción. Pero sobre gustos no hay nada escrito, y muchos húngaros y alemanes pagan gustosa y religiosamente su ticket a diario. En algunas playas hay piscinas para niños, aunque son un poco más caras. A mí, acostumbrado al mar y los servicios gratuitos de la playas, me chocó un poco el hecho de pagar, pero bueno, aquí las cosas funcionan así.
A lo largo del Balaton, como dije. hay zonas de baño gratuitas: la diferencia principal es que carecen de taquilla y vallado, el resto es muy parecido. Eso sí, están fuera de las principales poblaciones. Se llaman "szabadstrand" (playa libre).
En cuanto al baño, a pesar de tener la sensación de que uno está en el mar debido al gran tamaño del lago, el agua no está salada, el suelo es de una arena más fina y extraña, y la temperatura del agua es muy agradable. Debido a la poca profundidad, la gran extensión del lago y el verano continental, el agua alcanza fácilmente los 25 grados en Julio y Agosto. Es casi como una piscina gigante, donde podemos caminar y caminar y apenas nos va cubriendo. Incluso hay pequeños montículos y elevaciones, donde paradójicamente cubre menos según nos alejamos de la orilla.
Hay mejores sitios que Siófok para ver en el Balaton, sin embargo, es la zona más turística y ¡ojo! no está nada mal. Si vais con tiempo, ganas de juerga o solamente queréis espanzurraros al sol, Siófok está muy bien, pero si vais solo uno o dos días y no habéis estado antes, yo iría a la costa norte.
Lo que más me gusta de Siófok es que desde allí se ve dicha costa norte, que al ser montañosa es más bonita. Desde el norte, la costa sur, muy llana, apenas se distingue. Y este fondo, cuando uno está tumbado en la toalla, es más sugerente: cielo azul, lago turquesa y césped verde, es la "tricolor" del Balaton. Siófok está cerquita de Budapest y es perfecta para descansar o desconectar de la gran ciudad en verano.
El cielo azul, las aguas turquesas y el césped verde, la imagen del Balaton. El color del lago varía en función del cielo, cuando se nubla se vuelve más grisáceo. Desde la orilla sur se aprecian las suaves montañas septentrionales, mientras que desde la orilla norte el lago parece infinito debido a la llanura meridional.
Siguiendo al oeste, dejamos los grandes hoteles de Siofók y las poblaciones, una detrás de otra, son zonas residenciales con playas (algunas de pago, otras gratis) y terrazas, restaurantes y tiendas. La gran mayoría son casitas bajas de variopintos colores. Tras las urbanizaciones de Balatonszéplak y Zamárdi, llegaremos a Szantód (donde podemos tomar el barco a la península de Tihany, es el punto más estrecho del lago). Tras esto, Fonyód es otro pueblo importante, y como dije, el resto están seguidos: Balatonmáriafürdo, Balatonfényves y Balatonberény, todas con largas y tranquilas zonas de baño, muchas gratuitas, aunque más alejadas de Budapest.
En cuanto al alojamiento, hay varias opciones: la más cómoda y cara son los hoteles (en húngaro szálloda), que rondan en temporada alta los 40-60 € por habitación doble y noche. La mayoría se edificaron en la época socialista y siguen funcionando hoy en día. Más económicas son las pensiones (en húngaro panzió), donde los lugareños alquilan habitaciones. Estas rondan los 20-30€ por habitación (con baño propio y a veces pequeña cocina) y noche. Suelen hablar alemán y probablemente algo de inglés. Por último hay algunos campings (en húngaro kemping, una que coincide), a lo largo del lago. Los pueblos grandes como Siófok, Balatonfüred o Kesthely son un poco más caros que el resto a la hora de alojarse.
Los hoteles de la época socialista aún están abiertos al público. Debajo, la estación de autobuses de Siófok, también con arquitectura de la etapa socialista. El desarrollo turístico del lago comenzó en dicha época, destinada a húngaros, soviéticos y alemanes de la RDA, y a día de hoy perdura su huella.
Algo a tener en cuenta que en el Balaton, como en Hungría, amanece muy temprano y también anochece mucho más temprano que en España. Muchos sitios no tienen persianas ni cortinas oscuras, por lo que si queremos dormir hasta tarde mejor llevar un antifaz (no bromeo, en Julio a las cuatro y media de la madrugada ya hay bastante luz natural como para despertarse).
La temporada alta comprende Julio y Agosto (hasta la tercera semana). Ya la última semana de Agosto muchos comercios y bares están cerrados, y hay mucha menos gente. En mi opinión esta semana es la mejor época para visitarlo si buscáis tranquilidad, porque no hay tanto agobio y sin embargo hay muchas cosas para ver y hacer todavía, aunque, eso sí, los días ya tienen menos horas de luz (anochece sobre las siete y media). El último día del mes ya muchos supermercados y tiendas echan la persiana definitivamente y el lago muere prácticamente hasta el próximo verano. En Septiembre, si perdura el buen tiempo los fines de semana puede recobrar algo de vida, ya que muchos se acercan desde Budapest, a apenas una hora en coche.
Siófok se alcanza en una hora y media en el tren rápido (gyorsvonat en húngaro), que no es que vaya más rápido que el resto de trenes, sino que para en menos sitios. En verano sale cada hora desde la estación de Budapest-Déli (en Buda, al final de la línea de metro 2). Es importante especificar que quieres ir en este tren (gyorsvonat), ya que es un poco más caro que el que para en todos los pueblos y tarda unas 2 horas. El tren recorre toda la costa sur del lago y después termina en Nagykanizsa, cerca de la frontera croata.
Un barco une las costas norte y sur del Balaton en menos de una hora de agradable y hermoso trayecto sobre sus aguas.