Bashar al Assad ganó las elecciones presidenciales de Siria celebradas el pasado miércoles y seguirá encabezando el Gobierno nacional tras obtener la mayoría absoluta de los votos, así fue informado por Hammouda Sabbagh, presidente del Consejo Popular del país.
El recuento oficial de los votos ha mostrado que un 95,1 % de los ciudadanos han elegido a Al Assad como presidente, es decir 13.540.860 personas.
Los otros dos candidatos, Abdallah Sallum Abdallah y Mahmud Marei, obtuvieron respectivamente el 1,5 % y el 3,3 % de los votos.
Al Assad, también comandante de las Fuerzas Armadas, ha sobrevivido a la Primavera Árabe y a años de guerra, logrando desde 2016 retomar militarmente la mayor parte del territorio sirio con ayuda de su aliada Rusia y las milicias chiítas iraníes y libanesas que le apoyan.
En 2011, una revuelta popular contra su régimen le hizo tambalearse, pero el dirigente aplacó por la fuerza a sus detractores en las calles y siguió haciéndolo por la vía militar cuando la situación se tornó en un conflicto abierto.
Oftalmólogo de profesión, Al Assad también ha resistido ante otros reveses que han afectado a su vida personal en los últimos años.
Con su victoria en las urnas, Al Assad se revalida en el poder una vez más sorteando un creciente descontento popular por la grave crisis económica y la escasez de productos básicos en Siria, que ha llevado al 60 % de la población a sufrir inseguridad alimentaria, según datos de la ONU.
Con información de EFE
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