Enseñando a una de mis nietas, una espabilada de 4años una historia del mundo en una secuencia de fotos editada en YouTube respondo que en el siglo pasado hubo muchas guerras, por la profusion de fotos bélicas en el reportaje. Me dice: “Ahora también hay guerras en otros sitios. En Siria. Los primos de mi au-pair se han tenido que marchar lejos… a Barcelona o no sé….”
Mi nieta, a quien sus padres no le dejan ver en la tele nada más que dibujos anumados y pocas veces, vive habitualmente en un país centroeuropeo y no creo que tenga muy clara la geografía. “Barcelona” le suena a tan exótico y remoto como podia ser Kuala-Lumpur, porque a Barcelona solo ha ido al aeropuerto. Pero si tiene muy claro que en Siria hay una guerra horrible y que es un sitio de donde hay que irse.
Mientras, lo que se conoce como las potencies mundiales continuan procrastinando sin encontrar un elemento común que pueda llevar a término al menos un alto el fuego en Siria. El antiguo Secretario general de la ONU, Kofi Annan, nombrado enviado especial en el conflicto, dimitió el pasado verano después de notables fracasos en la negociación.
Las razones del conflicto, aparte de la obvia revuelta contra el regimen corrupto y tiránico de Bashir-el-Asad, se construyen alrededor de un estado artifical generado a partir de la caída del imperio otomano hace casi100 años y la distribución de territorio sobre el mapa con tiralíneas por parte, principalmente, de los gobiernos de Francia y la Gran Bretaña, en el que coexiste un mosaico etno-religioso, aunque con una mayoria del 60% de musulmanes sunnitas de difícil acuerdo. Y, además, en Siria no hay petróleo y por tanto no intereses de grandes multinacionales que preservar.
Y entre todas las víctimas, destacan los niños muertos, como viene denunciando UNICEF. Y eso lo saben hasta niños de 4 años como mi nieta.
La excelente pelicula de Stephen Gaghan y George Clooney, que obtuvo un Oscar en 2005, utiliza el término Syriana del título para expresar algo así como “ a la siria”, como una forma de actuar naturalmente compleja. La actual situación en Siria viene a ser su epitome.
Este fin de semana de Epifanía parece que abundan las noticias de niños muertos por todas partes, ya sea por salvajadas pseudoreligiosas o por accidentes desgraciados. Pero que los niños de Siria se hayan incoporado de forma masiva a las listas de muertos no lleva a ponerlo aquí de manifiesto.
No se me ocurre que podemos hacer los que nos cuidamos de niños y de defender sus derechos alejados de un conflicto como el de Siria. Pero si se os ocurre algo como llamar por teléfono o escribir a la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, pues igual se mueve algo., aunque sólo sea avergonzar al Sr. Durán i Lleida, su presidente.
X. Allué (Editor)