Este es un contenido ofrecido por Johnny Zuri en el Blog ALTERNATIVAS NEWS
sistema educativo: claves de por que está en profunda crisis
01/11/2019
Seguimos con exactamente el mismo sistema educativo desde hace más de doscientos años. Conforme al sistema educativo solo hay un género de inteligencia, la que engloba todas y cada una de las asignaturas, y verdaderamente no se ha alterado prácticamente nada, en los últimos tres siglos. Es decir, lo de siempre, avanzar el temario, explicación y examen, y si no sacas más de la mitad en un examen estás suspenso. El conocimiento que has conseguido a lo largo del trimestre sólo queda evaluado en un examen. Hay profesores que solo mandan a sus alumnos a copiar y a exámenes.
Un veinte por ciento de estudiantes abandonan los estudios secundarios en España. Mi país es líder núm. 1 en descalabro escolar en la UE. Un cuarenta por ciento de pupilos en Estados Unidos abandonan la universidad amontonando deudas estratosféricas. El descalabro escolar debido al sistema educativo significa el descalabro del sistema y un pasaporte a la frustración.
ArtisticOperations / Pixabaysistema educativo
¿IGUALDAD EDUCATIVA?
Si bien lo más habitual es centrar la discusión sobre la desigualdad educativa y en los inconvenientes de los hijos de las familias menos favorecidas, estos es solo una de las caras de la moneda. Los progenitores de clase alta interpretan las malas notas de sus hijos como un accidente o bien un episodio puntual que se puede compensar con un extra de atención y estímulo, y en cambio, las clases bajas ven en las malas notas un rastro del descalabro escolar de largo recorrido.
Las notas que los pequeños consiguen en el instituto transmiten una valiosa información a sus progenitores y cuidadores puesto que son la materia prima sobre la que infieren las probabilidades de éxito de los pequeños en el medio y largo plazo. Los hogares de diferente clase social reaccionan de forma diferente ante notas buenas, malas y regulares. Los progenitores menos aventajados semejan resignarse ante las notas malas de sus hijos, los de clase alta procuran compensar su descalabro académico y, muchas veces, logran compensarlo y asegurar la progresión educativa de sus hijos.
La reacción que las familias tienen frente al desempeño escolar de sus hijos es diferente dependiendo de la clase social a la que pertenecen. Los progenitores de clase alta, podrían tener una mayor resistencia al desánimo cuando sus hijos no alcanzan un nivel de desempeño escolar suficiente y son capaces de impulsarlos a proseguir en el sistema educativo aun en las circunstancias más desfavorables.
Las clases altas son más capaces de aceptar los peligros, y los costos derivados de un descalabro potencial. En cambio, los progenitores de clases menos acomodadas pueden ver en las malas notas una amenaza verosímil de que en el medio y largo plazo el sistema educativo podría expulsar a sus hijos. Las políticas públicas que persiguen acrecentar la equidad educativa no solo deben solucionar las faltas que limitan el desarrollo de los estudiantes con más talento de entre los menos favorecidos socialmente.
Todo esto adquiere un significado enorme cuando además agregamos otro inconveniente tan candente como es el absentismo. La lucha contra el absentismo escolar se ha transformado en una prioridad. No obstante, no se ha dado solución. Esto no solo pasa factura a los chavales, sino y como consecuencia puede dar como resultado el abandono, el descalabro escolar y un alto peligro de exclusión social.