Ciertas células del sistema inmunitario podrían desempeñar un rol importante en el control del peso, sugiere un estudio inicial.
Los científicos ya sabían que las células inmunitarias pueden ayudar a proteger a los ratones de la obesidad. Los nuevos hallazgos son los primeros en sugerir que lo mismo sucede con los humanos, informan los investigadores en la edición en línea del 22 de diciembre de la revista Nature.Los investigadores encontraron que las células, conocidas como ILC2, son menos comunes en la grasa abdominal de los adultos obesos, en comparación con las personas más delgadas. Además, en experimentos con ratones, hallaron que las ILC2 parecen fomentar el desarrollo de las células grasas "beige", que aumentan la cantidad de calorías que quema el cuerpo.Parece que esas células ILC2 no funcionan bien en la obesidad, según el investigador principal, David Artis, profesor de inmunología del Colegio Médico Weill Cornell, en la ciudad de Nueva York.No está claro exactamente cómo ni por qué sucede eso, apuntó Artis, pero esas son preguntas claves para la investigación futura. En última instancia, la esperanza es desarrollar nuevos métodos para abordar la obesidad, añadió.Los científicos solo han comenzado a comprender la forma en que el sistema inmunitario afecta al metabolismo y al control del peso en los últimos años, según Artis.Eso podría parecer sorprendente, dado que el sistema inmunitario es mejor conocido como la defensa del cuerpo contra las infecciones. Pero tiene sentido desde la perspectiva evolutiva, aseguró Artis.Explicó que aunque la función inmediata del sistema inmunitario es combatir las infecciones, es concebible que parte de sus componentes evolucionaran para tener la capacidad de "comunicarse" con el tejido graso en las épocas de adversidad, para alterar el metabolismo del cuerpo."Es imaginable que básicamente informe al tejido graso que habrá desnutrición durante un tiempo. Que se tienen que adaptar", planteó Artis.Un investigador sobre la obesidad que no participó en el estudio dijo que la nueva investigación amplía la evidencia de que el sistema inmunitario tiene que ver con el control del peso."De verdad es muy interesante", dijo el Dr. Charles Billington, endocrinólogo de la Universidad de Minnesota, en Minneapolis.La idea general de que la función inmunitaria y el metabolismo están conectados no es nueva, según Billington, que también es vocero de la Sociedad de la Obesidad (Obesity Society). Anotó que cuando las personas resultan lesionadas o tienen una reacción alérgica, el cuerpo con frecuencia entra en un "hipermetabolismo", o una quema acelerada de calorías.Pero, apuntó Billington, este estudio y otros trabajos recientes muestran la forma en que el sistema inmunitario influye sobre el metabolismo, y posiblemente sobre el control del peso a más largo plazo.Pero también enfatizó que aún se desconocen muchas cosas."Hay algún tipo de solapamiento entre el sistema inmunitario y el metabolismo, pero en realidad todavía no lo entendemos", dijo.Las ILC2 son un grupo de células inmunitarias que se cree que ayudan a combatir las infecciones, y que tienen un rol en las alergias. Artis y sus colaboradores deseaban saber si esas células también podrían tener otras funciones.Los investigadores comenzaron con muestras de grasa abdominal tomadas de adultos tanto obesos como de peso normal. La grasa de las personas obesas contenía menos ILC2, justo como los ratones obesos en el laboratorio.Entonces, los investigadores evaluaron los efectos de inyectar interleucina 33, una proteína del sistema inmunitario que funciona como "mensajero químico" entre las células, a ratones de laboratorio.Los autores del estudio hallaron que el tratamiento fomentaba las ILC2 en la grasa blanca de los animales, lo que a su vez aumentó la quema de calorías.Billington explicó que la grasa blanca es el tipo de grasa que almacena las calorías adicionales y que aparece como panza o michelines. Pero hay otro tipo de grasa, conocida como grasa marrón, que en realidad ocupa poco espacio en el cuerpo y que quema calorías para generar calor.Hace mucho que los científicos están interesados en encontrar una forma para activar más la grasa marrón, según Artis. Pero además de las variedades blanca y marrón, hay otro tipo de grasa corporal, llamada grasa beige, dijo.Al igual que la grasa marrón, quema calorías y crea calor. Además, dijo Artis, podría tener un rol importante en la prevención de la obesidad.En los experimentos de su equipo, las células ILC2 parecieron mejorar la quema de calorías al aumentar las reservas de grasa beige de los animales.¿Y qué significa esto para los humanos?"Es obvio que estamos en la infancia de esta investigación, y falta mucho trabajo", enfatizó Artis. Pero la meta es desarrollar métodos nuevos para tratar la obesidad, al comprender mejor la comunicación entre el sistema inmunitario y la grasa corporal, señaló.,Según Billington, será un camino largo. Apuntó a una pregunta importante: Dado que el sistema inmunitario tiene múltiples funciones, ¿cómo se logra que solo fomente la grasa beige, sin hacer cosas no deseables, como provocar reacciones alérgicas?Y en el panorama general, la investigación sobre la obesidad ha aclarado un punto. El metabolismo y el control del peso son complejos. "Es poco probable que haya una 'pócima mágica' contra la obesidad", lamentó Billington.Artículo por HealthDay, traducido por HispanicareFUENTES: David Artis, Ph.D., professor, immunology, Weill Cornell Medical College, New York City; Charles Billington, M.D., professor, medicine, University of Minnesota, Minneapolis; , Nature, onlineHealthDay(c) Derechos de autor 2014, HealthDayRevista Salud y Bienestar
Ciertas células son menos comunes en la grasa abdominal de las personas con sobrepeso, en comparación con las personas más delgadas, según un estudio.