Revista Diario
Los británicos, como es normal, tienen que ir al revés del mundo, y qué mejor manera que teniendo su propio sistema de medidas y pesos.
En el país en el que las distancias largas son millas, las cortas pies, el volumen se mide en pintas, el peso en libras... es imposible tener una idea clara de lo que pasa a tu alrededor.
Por ahora sólo he llegado a la conclusión de que es normal que un bebé pese 8 libras, una botella de 2 pintas de leche me da para una semana, y tres pies equivalen más o menos a un metro, pero eso de poco me sirve para el día a día.
Y respecto a este tema quería contar que ayer me pasó una de las situaciones más sorprendentes de todo el tiempo que llevo aquí.
Llega a la farmacia una receta de 1kilo de una determinada crema. Voy al almacén y traigo 2 botes de 500g (2x500g=1kilo), hasta ahí todos llegamos, o eso creía yo. ¡Pues no! Tuve que defender con sangre y sudor ante las compañeras que 1000g eran un kilo.
No me creían, aunque más que no creerme, no entendían como yo sabía eso.
Así que no me quedó más que prometerles y jurarles que 1000g era exactamente igual que un kilo, ya que no encontraba manera de explicárselo de otra forma.
Aunque ellos no usen el sistema métrico decimal, yo pensaban que tendrían alguna noción básica del mismo, pues ya vemos que no.