Una gran losa de mármol blanco perforada y desgastada por el tiempo destaca sobre el macizo contrafuerte de ladrillo rojo del soberbio Palazzo Comunale de Bolonia. La lápida marca las antiguas medidas de longitud boloñesas herederas de las romanas: el pie (c. 38 cm), la perca de 10 pies, el brazo (c. 64 cm) y el doble brazo.
Las cambiantes luces sobre el poderoso Nettuno hacen que la sombra de la impresionante escultura manierista de Gianbologna, símbolo de la ciudad, se coloquen donde las medidas. Parece que incluso los reflejos en la caverna platónica pueden medirse.
Hay otra pintoresca medida que la pandemia no nos deja visitar: el patrón de la tagliatella bolognese que alberga el gótico Palazzo della Mercanzía, en la recoleta plaza del mismo nombre. La ciudad hace culto de su cocina y presume de su pasta… ¡hecha con medida!