Joe Dante es uno de los claros referentes mundiales del género fantástico y de terror. No es extraño pues que el director estadounidense haya sido recibido en Sitges en cuatro ocasiones y que su nueva película, Buryin the ex, haya sido la elegida para la ceremonia de clausura. Joe Dante no es un director con una voluntad estética o de autoría extraordinaria, pero es una máquina de entretenimiento. Un entretenimiento inteligente con el que consigue ganarse el aprecio del espectador. Y eso es algo que ya quisieran conseguir muchos directores de cine.
Burying the ex, es una comedia de terror ágil, dinámica y divertida. Que ningún espectador espere asistir a la gran película de terror del año, Burying the ex es simplemente un producto creado para hacer disfrutar desde al público más extenso (con secuencias y un guion cómico) hasta el público más específico, amante del género (con continuas referencias a grandes clásicos de terror como los de Tourneur).
La idea con la que parte Burying the ex es la base de su éxito. La novia de Max pese a ser un buen partido es muy especial y siente que las cosas no funcionan. Antes que decida comunicarle la decisión de dejar la relación, su pareja muere. Max empieza a recuperarse al conocer a la mujer de sus sueños, Olivia; pero no es consciente de que juro a su antigua novia, ante un artefacto maldito, estar con ella para siempre. El resultado es una ex que resucita en forma de zombie para volver con Max hasta la eternidad. Uno ya se puede imaginar la gran cantidad de situaciones graciosas que pueden surgir de un argumento como este. Burying the ex no es una gran película pero es una gran ficción de entretenimiento.