Sitges es un hermoso pueblo marinero situado a 40 kilómetros de la Ciudad Condal. Tiene estupendos paisajes de montaña, bellas y recónditas calas donde poder tomar el sol en cueros, acicaladas y largas playas de fina arena, bosques pintorescos donde respirar a pleno pulmón, paseos por calles estrechas, casas encaladas y bellos edificios.
Pero esta localidad catalana atesora asimismo un pasado digno de ser recordado que el viajero aventurero no puede obviar. A Sitges lo descubrió antes que nadie el pintor Santiago Rusiñol que se estableció aquí en el siglo XIX. Detrás de él llegaron más pintores, artistas, escritores e intelectuales.
Panorámica de la ciudad de Sitges./Werner Lang -Wela49
La romana Subur se erigió en la cuna del enclave, aunque el municipio surgió en el siglo IX alrededor de su castillo medieval emplazado en el cerro de la Punta. Mucha de la fama de Sitges se la debe al ron. Aquí nacieron los fundadores de dos de las principales marcas de esta bebida: Facundo Bacardí i Massó y Andrés Brugal Montaner, quienes emigraron a Latinoamérica para abrir sus negocios licoreros.
Pescadores de Sitges, Mataró y Canet de Mar contribuyeron a la fundación de la localidad onubense de Isla Cristina en el siglo XVII al establecerse en la zona del Golfo de Cádiz debido a las mejores condiciones de pesca y el comercio con América. De Sitges también era el humorista Antonio Mingote.
Iglesia de San Bartolomé i Santa Tecla./Frobles
El viajero que se desplace hasta esta villa costera puede comenzar su paseo por el célebre Racó de la Calma, detrás de la bella silueta de la iglesia parroquial de Sant Bertomeu i Santa Tecla (siglo XVII). Aquí se localiza Cau Ferrat, la que fue residencia de Santiago Rusiñol. El casco histórico del municipio está declarado Bien de Interés Cultural.
El itinerario por la zona noble de Sitges se reanuda con la visita a la Casa de la Vila, de estilo neogótico del siglo XIX (ahora sede del Ayuntamiento), la casa del Rellotge, los casinos Retiro y Prado, el Mercat Municipal,…
El centro histórico de Sitges está declarado Bien de Interés Cultural./G.M. Kowalewska
La ciudad barcelona cuenta con varios museos de interés como la casa taller de Rusiñol (con obras además de el Greco y Zuloaga), el Museo Maricel de arte románico, gótico y moderno, o el sugestivo Museo Romántico, que posee una magnífica muestra de muñecas antiguas. A lo largo del camino se suceden unas cuantas mansiones de estilo neoclásico y modernista.
Otros dos de los atractivos que tiene Sitges son su Festival Internacional de Cine de Cataluña y el Rally Internacional de Coches de Época. Hace dos años tuvo lugar en la localidad una reunión del Club Bilderberg, al que acuden cada año algunas de las figuras políticas más poderosas del mundo para tratar candentes temas de actualidad.
Maqueta ‘Catalunya en Miniatura’ situada en el paseo marítimo./Jordiferrer
La calidad de las playas de Sitges es más que evidente y quizás, su principal reclamo. Tiene hasta 15 en apenas cuatro kilómetros. La amplia infraestructura turística se organiza alrededor de la localidad costera española que cuenta con más puertos deportivos. El periódico The New York Times ha catalogado al litoral de Sant Sebastià como la mejor playa urbana de Europa.
Este vídeo que aquí os dejo resume a la perfección aquello que el viajero puede encontrarse en su visita a Sitges. Historia sazonada de sol y playa.
fuente: capdevilarubi
Dónde dormir: Hotel Parrots; C/ Joan Tarrida, 16; 08870 Sitges (Barcelona); teléfono: 938941350; [email protected]. Además, en esta web puedes encontrar una amplia red de alojamientos.
Dónde comer: Restaurante Tribeca; C/ Nou, 12; 08870 Sitges (Barcelona); teléfono: 938945658.