A partir del 2 de mayo. Los levantamientos contra los ejércitos franceses se suceden a lo largo y ancho de la península. Los franceses van siendo derrotados en el Bruc y en Bailén, al tiempo que fracasan en sus intentos de asedios a Zaragoza y Valencia. En Gerona también se levantan. La defensa de Gerona, se consideraba una locura, puesto que es una ciudad de apenas 10.000 habitantes, que ha sido castigada, recientemente, por la crisis del trigo. En el aspecto militar, cuenta con una guarnición de apenas 300 soldados del Regimiento de Ultonia, A causa de lo cual, la Junta organiza dos tercios de miqueletes, a los que se unen marineros de Sant Feliu de Guixols, listos para atender las escasas piezas de artillería situadas en unas murallas, medio destruidas por el paso del tiempo. A pesar de lo cual, la defensa de la ciudad contra las tropas de Napoleón, no tiene otro calificativo que el de heroica.
Gerona sufrió tres sitios, siendo el tercero el más largo y costoso. El primero tuvo lugar en junio de 1808 a cargo de fuerzas mandadas por el general francés Duhesme, que fueron rechazas. Dicho general volvió a intentarlo el 22 de julio, con unas fuerzas que doblaban en número a las empleadas anteriormente, pero los sitiados les atacan el 16 de agosto, y los franceses emprenden la retirada hacia Barcelona.
A todo esto, el mariscal Gouvion Saint-Cyr estaba empeñado en tomar Gerona, por lo que preparó el que sería el tercer sitio de la ciudad. El 2 de mayo de 1809 son cerca de 20.000 hombres, al mando del general Reille, que será sustituido por Verdier, los que cercan la plaza, que está defendida por 5.600 soldados a las órdenes del gobernador militar Mariano Álvarez de Castro, el cual envía el siguiente mensaje a los parlamentarios franceses: "No quiero trato ni comunicación con los enemigos de mi Patria y el emisario que en adelante venga será recibido a metraIlazos". El 6 de mayo, el mariscal Auguereau, con 18.000 hombres, inicia el sitio. Los franceses comienzan un intenso bombardeo y la cortan el suministro de víveres y agua. Sus intenciones han cambiado, ya no se trata de amedrentar a la población, se trata de aniquilarla, pero los gerundeses no se rinden, y el asedio se prolongará durante siete largos meses. Durante ese tiempo, el regimiento de Saboya consiguió introducir varios convoyes de suministros, pero, ante la disminución de defensores, el 26 de junio se le ordenó entrar en la plaza para colaborar en su defensa. Acción que consistió en un ataque cuerpo a cuerpo.
Es de destacar la extraordinaria participación de las mujeres en la lucha contra el invasor, tanto que, Álvarez de Castro decide encuadrarlas militarmente, otorgándolas los mismos derechos que a los soldados. De esta manera, nace en junio de 1809 la Compañía de Santa Bárbara, cuyos integrantes usaban como distintivo un lazo rojo en el brazo. Dos meses después, en agosto, las tropas francesas capturaron el castillo de Montjuic, que ha sido una pieza clave en la defensa de la ciudad, en vista de lo cual, Álvarez ordenó construir barricadas y trincheras, a lo largo y ancho de la ciudad, prolongando, de esta manera, la lucha durante otros cuatro meses hasta que, exhausto y enfermo, delegó el mando en el brigadier Julián Bolívar. El 19 de septiembre, los franceses, en un nuevo intento de doblegar la resistencia de la ciudad, lanzan su gran ataque. Comienzan con un cañoneo incesante, y sus soldados van entrando en la ciudad por las innumerables brechas que, este cañoneo, va abriendo en las murallas. Dentro de la ciudad se combate cuerpo a cuerpo, y pronto se produce el milagro: los gerundenses logran detener el asalto. Para los mandos y los soldados franceses resultaba ser algo incomprensible. Este día será conocido por siempre como "el día grande de Gerona".
El 10 de diciembre de 1809, va llegando a su fin y ha caído la noche. Los sitiados no pueden resistor más, están materialmente agotados, al límite de sus fuerzas, por lo que optan por capitular. Pero aún tienen valor para poner sus condiciones. No son bandoleros ni rebeldes. Son un ejército, en el que está incluida la población civil movilizada. Los franceses serán respetuosos con los vencidos. Cuando, por fin consiguen entrar en la ciudad, solo encuentran destrucción y desolación. Capturan al general Álvarez de Castro, que será llevado de prisión en prisión hasta el castillo de Figueras, donde muere el 22 de enero de 1810.
Según estimaciones, se calcula que fueron en torno a 10.000 personas, entre soldados y civiles, los muertos dentro de la ciudad; mientras que las pérdidas francesas se cuentan en torno a los 15.000, aunque más de la mitad fueron debidas a enfermedades. Tras la conquista de Gerona, toda Cataluña será anexionada a Francia en 1812, aunque el pueblo catalán, por su parte, nunca aceptará el sometimiento impuesto por el centralismo galo, y cuando los franceses sean vencidos y abandonen la ciudad, en 1814, muy pocos les seguirán.
Ramón Martín