Sito Alonso, en la grada del Marina Besòs. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Sant Adià de Besòs
“¿Una entrevista? Si es sobre baloncesto femenino, sin problemas”, plantea Sito Alonso (Madrid, 1975), cesado a principios de marzo como entrenador del Barça. Faltan diez minutos para que empiece el Bàsquet Femení Sant Adrià-Stadium Casablanca y el entrenador está relajado jugando con su hija en la grada en el Marina Besòs. Tras la entrevista con Cronómetro de Récords, Sito Alonso se ve rodeado por unos chavales que quieren un autógrafo.
—Hace muchos años te vi en la Copa de la Reina de Valencia. Me consta que eres un fiel seguidor del baloncesto femenino. Sí, mi padre, Alfonso Alonso, ha sido toda la vida entrenador de baloncesto femenino. Ahora me informo todavía con más interés porque Víctor Lapeña, técnico del Stadium Casablanca, es como mi hermano. Mi padre, además, está en el alevín del club. —¿Qué te está pareciendo el curso de su equipo y la del Bàsquet Femení Sant Adrià?Creo que están haciendo una temporada por encima de su nivel y jugando muy bien. También tuve la suerte de ver el partido entre ambos en cuartos de final de la Copa de la Reina de Zaragoza y me divertí. Tiene mucho mérito el gran año que están haciendo. —Tanto Víctor Lapeña como Fabián Téñez son buenos gestores de egos y emociones. [Sonríe]. Bueno, yo creo que los entrenadores y los egos tienen una misión muy importante. Creo que son básicos en el baloncesto en este momento. —El Stadium Casablanca sufrió con las ausencias de Vega Gimeno, que no pudo debutar hasta enero, y Jaklin Zlatanova, que se rompió en noviembre y se perderá todo el curso. Taru Tuukkanen no tardó en adaptarse y fue un recambio puntual y decisivo. Creo que el equipo pasó un momento muy complicado con las lesiones y que Víctor Lapeña tiró de Tuukkanen. Parecía que, quizás por edad, la pívot finlandesa no iba a estar preparada para asumir este reto, por más que conociese muy bien la Liga y la filosofía de Víctor Lapeña. Taru jugó súper bien, y el equipo sigue manteniendo ese gran juego. Las jugadoras del Stadium Casablanca creen en el espíritu que Víctor Lapeña trata de inculcarles cada partido. El resultado salta a la vista: se clasificaron para la Copa y acumulan siete victorias consecutivas [ocho tras el triunfo por 52-61 ante el Bàsquet Femení Sant Adrià]. —Estos días se ha hablado de felicidad. Estos dos equipos son felices y se nota en la pista. [Se ríe]. Yo es que la felicidad la entiendo de muchas maneras, aunque es vital para jugar a baloncesto y cualquier cosa que hagas en la vida. La felicidad, entendida desde el esfuerzo, es fundamental.