Revista Salud y Bienestar
La Ley General de Sanidad 14/1.986 de 25 de abril define y sienta las bases de la actual red de Atención Primaria (AP), estableciendo un modelo sanitario en el que el pediatra de AP es responsable de la atención integral de la población infantil desde su nacimiento.
La Ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud del 2003 establece dos niveles de atención (AP y especializada) con diferentes prestaciones. La AP es el nivel básico e inicial de atención que garantiza la globalidad y continuidad en la atención, actuando el médico de AP como gestor y coordinador de casos y regulador de flujos, y abordando actividades de promoción de la salud, educación sanitaria, prevención de la enfermedad, asistencia sanitaria, mantenimiento y recuperación de la salud.
En el seno del Equipo de AP e implicada en el trabajo conjunto, la pediatría de AP proporciona una asistencia sanitaria eficiente y humanizada próxima al niño y su familia, teniendo en cuenta las características de su entorno, partiendo de una visión global de la medicina en la que el objeto fundamental no es la enfermedad sino el niño en todas sus etapas y situaciones. Su singularidad reside en el fenómeno del crecimiento, maduración y desarrollo biológico, psicológico, fisiológico y social que, en cada momento, se liga a la interdependencia entre el patrimonio heredado y el medio ambiente en el que el niño se desenvuelve.
"El pediatra de Atención Primaria es por su formación, por su posición respecto del niño, el adolescente y su familia y por la indudable proyección social de su trabajo, el elemento clave y de mayor responsabilidad dentro del sistema de atención a la salud de la infancia. Comparte con el pediatra hospitalario la población atendida y con el médico de familia la característica de ser la puerta de entrada al sistema sanitario", señala la Dra. Begoña Domínguez, presidenta de AEPap.
--Las cifras
El número de centros de Salud en España es de 2.907 con 10,202 consultorios locales.
La población de 0 a 14 años es de 6.646.726.
El incremento porcentual de la población de 0 a 4 años de 2001 a 2008: 36,1.
El número total de pediatras es de 9.544 de los que 6.190 trabajan en AP (64,87%)
Feminización de la profesión: el 64% son mujeres, porcentaje que aumenta según disminuye la edad.
Las ratio población infantil/pediatra no son homogéneas en las diferentes CCAA, van desde 419 hasta 1.982, siendo la media de 1 pediatra por cada 1096 niños. Por ello, para llegar a la ratio planteada como adecuada de 1 pediatra por cada 1.000 niños serían necesarios 600 pediatras mas en España, pero la gran diferencia entre ellas, hace necesaria en primer lugar una imprescindible adecuada planificación y distribución de recursos.
Este déficit de pediatras ha sido reconocido por el Ministerio de Sanidad y Política Social y por el Consejo Interterritorial, y es más acusado en zonas rurales.
Enfermería en pediatría de AP: en 2010 nace el primer programa de formación de la especialidad de enfermería pediátrica, por lo que hasta el momento no existía una formación específica reglada. A partir de los datos recogidos por la AEPap, en la actualidad, cerca del 40% de las consultas de pediatría comparten enfermera con uno, varios pediatras o con médicos de adultos.
El gasto sanitario total como porcentaje del PIB en la Unión Europea: España figura en el puesto 10 de 13, con un 8,5%.
A la Atención Primaria se destina tan solo el 14,09% de todo el presupuesto sanitario.
Los resultados en salud de la población infantil son buenos, medidos tanto en datos de mortalidad infantil como en coberturas vacunales, que durante la primera infancia superan el 90%, como en la morbilidad de enfermedades infecciosas prevenibles y en la satisfacción de los usuarios.
Todo ello a pesar de las bajas inversiones en AP y de la falta de planificación e inadecuada distribución de recursos, lo que nos debe hacer pensar que no debería estar amenazada la sostenibilidad del sistema.
En pediatría de AP se resuelven más del 90% de las demandas de salud de la población.
Los países con una AP de calidad presentan mejores índices de salud, son más eficientes y reparten más equitativamente los recursos de salud.
A partir de los datos de una revisión sistemática realizada por el grupo de trabajo de evidencias, los autores concluyen que "parece recomendable mantener la figura del pediatra en los equipos de Atención Primaria y reforzar su función específica como primer punto de contacto con el sistema sanitario". El Pediatra de AP ofrece una mejor calidad en la atención y menores costes.
--Demandas y peticiones
Es preciso situar la Pediatría de AP en la agenda de los políticos que están obligados a conocer la situación y planificar de acuerdo a las necesidades reales de salud, no a criterios electoralistas. Reconocer el papel fundamental de la PAP en el Servicio Público de Salud reorientándola hacia los aspectos de promoción y prevención.
Redistribución de los recursos, de manera que aumenten los destinados a PAP, evitando el hospitalcentrismo y las excesivas inversiones en altas tecnologías.
Abogamos por el necesario Pacto por la Sanidad y la elaboración de políticas de salud de consenso, comunes a todas las CCAA: calendario vacunal, documento de salud y cartera de servicios únicos; limitación del número de tarjetas sanitarias (TIS) asignadas a cada profesional; acceso libre a pruebas diagnosticas, tendiendo a la unificación de recursos diagnósticos y terapéuticos entre niveles asistenciales; acceso libre a Internet, procurando el aumento de la capacidad resolutiva.
Aumento del número de pediatras, haciendo especialmente atractiva su contratación en AP.
Revisión de la formación del pre y postgrado y facilitar la formación continuada.
Necesidad de enfermería pediátrica o al menos con formación específica en pediatría, procurando cumplir la proporción 1 enfermera-1 pediatra, con funciones destinadas a la promoción de la salud, colaboración en el seguimiento de las patologías crónicas, y consulta a demanda específica para determinados problemas.
Participación en la toma de decisiones: creación de la figura del pediatra coordinador del área y establecimiento de los cauces de colaboración con las sociedades profesionales.
Desburocratización, desmedicalización, y fomento de los autocuidados y cuidados en familia a través de campañas divulgativas.
Carrera profesional consensuada con retribuciones dignas, y evaluada con criterios de eficiencia y calidad.
La crisis no debe ser la excusa para disminuir la calidad asistencial ni hacerla recaer en el eslabón más débil: la población infantil.
No aceptaremos respuestas coyunturales que se están planteando por algunas CCAA y que, lejos de ser una solución real a los problemas, son el germen del fin del modelo actual, deseado y envidiado por otros países y que, evidentemente, repercutirá en la pérdida de calidad en la atención a la población infantil.
Ofrecemos nuestra colaboración para conseguir que todos los niños y niñas de 0 a 14 años tengan asignado un pediatra de cabecera y deben poder ser atendidos por estos profesionales, que son los que ofrecen mejores resultados en salud, una mayor seguridad para el paciente y la mejor relación coste/efectividad para la atención sanitaria la población infantil.
--Soluciones que aporta AEPap
Medidas de reorganización y utilización racional de los recursos
1. Reagrupar centros y consultorios rurales dispersos con escasa población infantil, facilitando el acceso de los pacientes a los nuevos centros.
2. Reorganización de los horarios, primando la atención de 8 a 15, facilitando de esta manera las sustituciones sin recurrir a recursos externos.
3. Potenciar la agrupación de pediatras en unidades funcionales, lo que mejorará las posibilidades de sustitución y de formación continuada e investigación.
4. Facilitar la permanencia de los mayores de 65 años.
5. Premiar la voluntariedad y evitar obligatoriedad. Ofrecer prolongaciones de jornada voluntarias y adecuadamente remuneradas, igual que se realiza en los hospitales, para el exceso de demanda.
Aumento del número de pediatras
6. Aumentar el número de residentes de pediatría para contrarrestar el déficit actual que empeorará con las próximas jubilaciones.
7. Mantener la calidad de formación para lo que se utilizará la gran capacidad docente de los centros de salud y pediatras de AP. Se deberá avanzar decididamente en la acreditacion de centros y tutores docentes, creando además comisiones de docencia mixtas hospital-AP, que regularán el proceso.
Incentivar las contrataciones en AP
8. Horarios de trabajo que permitan la conciliación laboral y familiar, teniendo en cuenta la feminización del sector 64% mujeres.
9. Concurso oposición y concursos de traslado anual o bianual.
Contrataciones de enfermería con formación específica
10. En el momento actual de recesión económica, hay peligro de que cualquier intervención sea conservadora, para reducir los servicios y prestaciones. No es momento de cambios, pero si de utilización racional de los recursos.
**Informe facilitado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)
La Ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud del 2003 establece dos niveles de atención (AP y especializada) con diferentes prestaciones. La AP es el nivel básico e inicial de atención que garantiza la globalidad y continuidad en la atención, actuando el médico de AP como gestor y coordinador de casos y regulador de flujos, y abordando actividades de promoción de la salud, educación sanitaria, prevención de la enfermedad, asistencia sanitaria, mantenimiento y recuperación de la salud.
En el seno del Equipo de AP e implicada en el trabajo conjunto, la pediatría de AP proporciona una asistencia sanitaria eficiente y humanizada próxima al niño y su familia, teniendo en cuenta las características de su entorno, partiendo de una visión global de la medicina en la que el objeto fundamental no es la enfermedad sino el niño en todas sus etapas y situaciones. Su singularidad reside en el fenómeno del crecimiento, maduración y desarrollo biológico, psicológico, fisiológico y social que, en cada momento, se liga a la interdependencia entre el patrimonio heredado y el medio ambiente en el que el niño se desenvuelve.
"El pediatra de Atención Primaria es por su formación, por su posición respecto del niño, el adolescente y su familia y por la indudable proyección social de su trabajo, el elemento clave y de mayor responsabilidad dentro del sistema de atención a la salud de la infancia. Comparte con el pediatra hospitalario la población atendida y con el médico de familia la característica de ser la puerta de entrada al sistema sanitario", señala la Dra. Begoña Domínguez, presidenta de AEPap.
--Las cifras
El número de centros de Salud en España es de 2.907 con 10,202 consultorios locales.
La población de 0 a 14 años es de 6.646.726.
El incremento porcentual de la población de 0 a 4 años de 2001 a 2008: 36,1.
El número total de pediatras es de 9.544 de los que 6.190 trabajan en AP (64,87%)
Feminización de la profesión: el 64% son mujeres, porcentaje que aumenta según disminuye la edad.
Las ratio población infantil/pediatra no son homogéneas en las diferentes CCAA, van desde 419 hasta 1.982, siendo la media de 1 pediatra por cada 1096 niños. Por ello, para llegar a la ratio planteada como adecuada de 1 pediatra por cada 1.000 niños serían necesarios 600 pediatras mas en España, pero la gran diferencia entre ellas, hace necesaria en primer lugar una imprescindible adecuada planificación y distribución de recursos.
Este déficit de pediatras ha sido reconocido por el Ministerio de Sanidad y Política Social y por el Consejo Interterritorial, y es más acusado en zonas rurales.
Enfermería en pediatría de AP: en 2010 nace el primer programa de formación de la especialidad de enfermería pediátrica, por lo que hasta el momento no existía una formación específica reglada. A partir de los datos recogidos por la AEPap, en la actualidad, cerca del 40% de las consultas de pediatría comparten enfermera con uno, varios pediatras o con médicos de adultos.
El gasto sanitario total como porcentaje del PIB en la Unión Europea: España figura en el puesto 10 de 13, con un 8,5%.
A la Atención Primaria se destina tan solo el 14,09% de todo el presupuesto sanitario.
Los resultados en salud de la población infantil son buenos, medidos tanto en datos de mortalidad infantil como en coberturas vacunales, que durante la primera infancia superan el 90%, como en la morbilidad de enfermedades infecciosas prevenibles y en la satisfacción de los usuarios.
Todo ello a pesar de las bajas inversiones en AP y de la falta de planificación e inadecuada distribución de recursos, lo que nos debe hacer pensar que no debería estar amenazada la sostenibilidad del sistema.
En pediatría de AP se resuelven más del 90% de las demandas de salud de la población.
Los países con una AP de calidad presentan mejores índices de salud, son más eficientes y reparten más equitativamente los recursos de salud.
A partir de los datos de una revisión sistemática realizada por el grupo de trabajo de evidencias, los autores concluyen que "parece recomendable mantener la figura del pediatra en los equipos de Atención Primaria y reforzar su función específica como primer punto de contacto con el sistema sanitario". El Pediatra de AP ofrece una mejor calidad en la atención y menores costes.
--Demandas y peticiones
Es preciso situar la Pediatría de AP en la agenda de los políticos que están obligados a conocer la situación y planificar de acuerdo a las necesidades reales de salud, no a criterios electoralistas. Reconocer el papel fundamental de la PAP en el Servicio Público de Salud reorientándola hacia los aspectos de promoción y prevención.
Redistribución de los recursos, de manera que aumenten los destinados a PAP, evitando el hospitalcentrismo y las excesivas inversiones en altas tecnologías.
Abogamos por el necesario Pacto por la Sanidad y la elaboración de políticas de salud de consenso, comunes a todas las CCAA: calendario vacunal, documento de salud y cartera de servicios únicos; limitación del número de tarjetas sanitarias (TIS) asignadas a cada profesional; acceso libre a pruebas diagnosticas, tendiendo a la unificación de recursos diagnósticos y terapéuticos entre niveles asistenciales; acceso libre a Internet, procurando el aumento de la capacidad resolutiva.
Aumento del número de pediatras, haciendo especialmente atractiva su contratación en AP.
Revisión de la formación del pre y postgrado y facilitar la formación continuada.
Necesidad de enfermería pediátrica o al menos con formación específica en pediatría, procurando cumplir la proporción 1 enfermera-1 pediatra, con funciones destinadas a la promoción de la salud, colaboración en el seguimiento de las patologías crónicas, y consulta a demanda específica para determinados problemas.
Participación en la toma de decisiones: creación de la figura del pediatra coordinador del área y establecimiento de los cauces de colaboración con las sociedades profesionales.
Desburocratización, desmedicalización, y fomento de los autocuidados y cuidados en familia a través de campañas divulgativas.
Carrera profesional consensuada con retribuciones dignas, y evaluada con criterios de eficiencia y calidad.
La crisis no debe ser la excusa para disminuir la calidad asistencial ni hacerla recaer en el eslabón más débil: la población infantil.
No aceptaremos respuestas coyunturales que se están planteando por algunas CCAA y que, lejos de ser una solución real a los problemas, son el germen del fin del modelo actual, deseado y envidiado por otros países y que, evidentemente, repercutirá en la pérdida de calidad en la atención a la población infantil.
Ofrecemos nuestra colaboración para conseguir que todos los niños y niñas de 0 a 14 años tengan asignado un pediatra de cabecera y deben poder ser atendidos por estos profesionales, que son los que ofrecen mejores resultados en salud, una mayor seguridad para el paciente y la mejor relación coste/efectividad para la atención sanitaria la población infantil.
--Soluciones que aporta AEPap
Medidas de reorganización y utilización racional de los recursos
1. Reagrupar centros y consultorios rurales dispersos con escasa población infantil, facilitando el acceso de los pacientes a los nuevos centros.
2. Reorganización de los horarios, primando la atención de 8 a 15, facilitando de esta manera las sustituciones sin recurrir a recursos externos.
3. Potenciar la agrupación de pediatras en unidades funcionales, lo que mejorará las posibilidades de sustitución y de formación continuada e investigación.
4. Facilitar la permanencia de los mayores de 65 años.
5. Premiar la voluntariedad y evitar obligatoriedad. Ofrecer prolongaciones de jornada voluntarias y adecuadamente remuneradas, igual que se realiza en los hospitales, para el exceso de demanda.
Aumento del número de pediatras
6. Aumentar el número de residentes de pediatría para contrarrestar el déficit actual que empeorará con las próximas jubilaciones.
7. Mantener la calidad de formación para lo que se utilizará la gran capacidad docente de los centros de salud y pediatras de AP. Se deberá avanzar decididamente en la acreditacion de centros y tutores docentes, creando además comisiones de docencia mixtas hospital-AP, que regularán el proceso.
Incentivar las contrataciones en AP
8. Horarios de trabajo que permitan la conciliación laboral y familiar, teniendo en cuenta la feminización del sector 64% mujeres.
9. Concurso oposición y concursos de traslado anual o bianual.
Contrataciones de enfermería con formación específica
10. En el momento actual de recesión económica, hay peligro de que cualquier intervención sea conservadora, para reducir los servicios y prestaciones. No es momento de cambios, pero si de utilización racional de los recursos.
**Informe facilitado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)
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