Situation room, versión mortadelo y filemón

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y la que adjuntamos a continuación habla por sí sola.

Una imagen que nos ha dado pie a escribir este post que, con todos los respetos, no nos hemos podido estar de titular: “The Situation Room versión Mortadelo y Filemón”, ya que eso es lo que nos ha transmitido, haciendo un paralelismo con la Situation Room de la Casa Blanca.

Reunión de crisis por el caos de la AP-6. Foto: Público

A los que nos gusta ver más allá de lo que muestra una simple fotografía, no nos cansamos de afirmar cómo hay que cuidar los detalles para transmitir seriedad y profesionalidad. Y una forma muy eficiente de hacerlo es preparar concienzudamente el escenario antes de permitir que se tome una sola imagen.

Escenario: sillas, mesa, papeles, vasos, ¿bandera?… Asistentes: Corbatas sin americana, ubicación fuera de la mesa de trabajo, mangas remangadas (la arruga no siempre es bella)…  Realmente es la imagen de una reunión de crisis, pero más bien de crisis de carácter interno. En esos momentos es cuando se puede afirmar, sin ningún tipo de objeción, que el protocolo luce por su ausencia. Nadie se lo ha saltado, sencillamente no está.

Si alguna vez te has preguntado qué es el protocolo, aquí tienes la respuesta. El protocolo es una herramienta que ayuda a generar espacios que transmiten orden, limpieza visual, profesionalidad y confianza. Que hacen que el mensaje llegue directo y nítido al receptor. Y que los que estamos al otro lado, recibamos un input de que las cosas “están bajo control”.

En este caso no podemos afirmar si los que organizaron la reunión lo hicieron o no con conocimiento de causa. Si los responsables de protocolo estuvieron asesorando. Y si los responsables de la comunicación de crisis tiraron de manual. Lo que sí que queda claro por la imagen, es que la próxima vez que tengan que organizar una reunión de crisis que conlleve publicación de fotografía correspondiente es que se miren antes algún episodio de Designated survivor o de The West Wing, tomen alguna que otra idea y, después, se pongan en ello. ¡Triunfarán!

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