Revista Rugby
Francia evitará la Cuchara de Madera, ya embalada y camino de Italia. Una vez más. El Gallo evitó una tragedia histórica (nunca había sido último en el 6 Naciones) con un triunfo relativamente amplio en el marcador y ramplón en su juego. Es más, a Francia le costó deshacerse de la limitada Italia, a la que recibía en Marsella, y no fue hasta los últimos 20 minutos cuando la balanza se rompió. Hasta entonces, prácticamente nada y dependencia excesiva del pateo de Machenaud.
Lo que sirva para derrotar a Italia no valdrá ante las demás, como demostró frente a Irlanda y Escocia en sus últimas derrotas. Se estrenó Brunel y volvió a ganar el conjunto galo, que había sumado derrotas (y un empate ante Japón) en los últimos doce meses. ¿Italia? Pues mostró lo que tiene, y volvió a firmar dos ensayos. Algo es algo. Por lo menos renueva su escuadra, no así la Francia de Beauxis, Bastareaud y compañía. Para colmo, cuando el Gallo quiso ir a por el Bonus Ofensivo le faltó tiempo, pese a que su público le exigía más ambición en el tramo final.
Un ensayo de Gabrillagues a los cinco minutos inauguraba lo que debía ser una fiesta francesa. Tenían la iniciativa los locales, pero es que ante Italia tampoco es mucho mérito. Con todo, los Azzurri se pusieron por delante tras una touch convertida en maul y que los franceses hundieron de forma ilegal. Ensayo de castigo y los de O'Shea por delante. Se mascaba la tragedia en el Vélodrome. El cuadro de Brunel rozaba el ensayo, pero perdía continuamente el oval a escasos metros o centrímetros. Fallaba a la mano y tuvo que tirar de pateo. Machenaud hizo dos antes del descanso para el 11-7. Italia seguía a tiro de remontada.
Beauxis se lanzó al ataque en la primera jugada de la segunda mitad, pero su lentitud provocó que Benvenuti forzase un avant en el pase. Machenaud pasaría otro golpe minutos más tarde y Allan haría el 14-10 con el que inquietar a Francia. No se despegaba el Gallo, atenazado y sabiendo que un error supondría un ensayo visitante y con ello posiblemente una derrota históricamente terrible. Mbanda lo intentaba para los Azzurri, pero era frenado. Bonneval, como hace dos años en Paris, volvía a posar en la zona de ensayo italiana tras la única jugada de mérito del encuentro: descarga de Bastareaud y combinación entre Grosso y el zaguero. Luego Machenaud pasaba otro par de golpes de castigo. Con 24-10 incluso el público marsellés pedía más ante el conformismo local y pitaba al medio melé.
Bastareaud percutió con fuerza para la tercera conquista local y dejar el bonus ofensivo a tiro. Lo intentó Francia, pero se encontró con que la guinda la puso el emergente Minozzi en el campo contrario. En la última acción, ya en el añadido, y a escasos centímetros del cuarto posado, Francia volvió a fallar. No podía ser de otra manera. Esquivo la Cuchara de Madera, pero no los fantasmas. Publicado por Mascherato viola en 13:45 Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir con TwitterCompartir con FacebookCompartir en Pinterest Etiquetas: deporte, rugby