Una de las cosas que más me incordian cuando trabajo en mi escritorio es la cantidad de cables que puedo llegar a tener sobre la mesa. Comenzando por el teclado, ratón conectados a mi portátil y éste a un segundo monitor. Sin mencionar, el disco duro externo, memoria USB y lector de tarjetas SD. No es de extrañar que mi madre cada vez que pasa por casa me echa la bronca ante tanto lío.
Actualmente los equipos All In One son una buena solución para aquellas personas que precisan optimizar el espacio disponible en sus mesas de trabajo y en Linux no teníamos muchas opciones. Quiero decir, la mayor parte de fabricantes están enfocados en equipos portátiles o en su defecto sobremesas pensados para la oficina con su gabinete conectado a un monitor bajo la mesa. No había muchas opciones, hasta hoy.
Slimbook acaba de presentar CURVE. Su PC de sobremesa integrado en un monitor de pantalla curva e interesantes prestaciones. Lo primero que destaca su diseño minimalista y cuidado con una pantalla de 24 pulgadas IPS de alta definición y una resolución de 1920×1080 píxeles pero hay más, mucho más que contar.
Bajo el capó el Slimbook Curve incluye procesadores i5 o i7, posibilidad de elegir la memoria RAM disponible y hasta dos discos duros SATA3 y M.2 simultáneamente. Sin olvidar la conectividad WiFi AC, Ethernet y Bluetooth, 6 puertos USB y altavoces empleados.
Slimbook todavía no ha liberado el resto de especificaciones por lo que falta estar atentos a conocer más detalles. Por lo pronto este PC con su pantalla sin marcos y acabado en aluminio parece diseñado para ofrecernos una grata experiencia de uso con GNU/Linux como protagonista.
Continuará…