Este final del curso está siendo mortal, con el ritmo normal de lunes a viernes todavía, pero con fiestas y cenas varias que nos hacen llegar al fin de semana agotados. Así que este sábado casi agradecí que amaneciera nublado, para poder remolonear en casa (concepto de remolonear de madre, ya me entendéis) y salir solo a dar un paseito, comer y vuelta a casa para seguir ordenando física y mentalmente. La verdad que de vez en cuando necesitamos bajar de marcha y ponernos el chip "vida lenta" aunque solo sea por unas horas...
Los niños no entienden este concepto, ellos siguen en su ritmo. Y aunque quede feo decirlo, hay que sacarlos como a los perritos, no hacen pis en la farola, pero necesitan desfogar los que más. Con lo maravillosos que eran aquellos días de reseca en los que te encerrabas en casa 24h sin más de preocupación de cambiar de postura de vez en cuando para que no se te durmiera nada.....
Uno de los planes que me relaja mucho es dar un paseo por el centro de Jerez, sin ninguna ruta predeterminada, sin el ritmo de recados de un día entre semana..... Solo pasear y observar las cosas (cámara en cuello, of course) y a la gente, que por cierto la de aquí tiene el master en "slow life", ole ellos!
Aunque parece que también a ellos les entró el espíritu "slow"... "ale, te hago cositas?"
Y nada mejor que un buen homenaje para reencontarnos con la tierriña y empezar a soñar con lo poquito que queda para visitarla.
Todavía no había probado este conocido sitio de Jerez, Pulpo y a parte. Y aprovechando que este fin de semana éramos tres gallegos, decidimos entrar a probar. Aunque ya sabéis que esto es un arma de doble filo y que las críticas pueden llegar a ser un poco exageradas.
Nuestro veredicto: lo intentan y casi casi lo consiguen con el pulpo y la patata que estaban más que aceptables. Aunque según el gallego más experto el primer plato de pulpo (porque pedimos 2), tenía pulpo de 2 cocciones distintas y eso se notaba (lo sé, palabras mayores).
El resto de los platos regular, los pimientos de padrón eran de cualquier lado menos de Padrón y el pan intentaba aparentar gallego, un poco camuflado con un toque de horno, pero se quedaba en eso, un intento....
Cuando los gallegos nos ponemos a rajar, nos quedamos solos...... jajaja. Aun así, para quitar el mono de Pulpiño antes del verano no está mal.
Y por supuesto, si hubieran tenido un buen orujo gallego en vez de licor de manzana verde fosforito, ya habría sido la pera. Pero eso si que está en peligro de extinción!
Esta claro que este menú me ha hecho soñar con mi ya cercano verano gallego, en el que comeremos como galegos y por supuesto tendremos como primer objetivo practicar la "slow life", aunque solo sean 15 días este año..... sniff!
PD 1: Como es posible que hace 2 semanas saliera de la pelu con el pelo casi negro y vuelvo a ser rubia platinoPD 2: Porque se que me lo vais a preguntar, esa maravillosa falda amarilla plisada es de Zara de esta temporada y como suelo decir, "si te la pruebas, te la llevas", tu decides.....
PD 3: Y antes de me quiten la custodia, el chupito de Alejandro no tenía alcohol..... aunque el chaval apunta maneras.