Mucho se ha hablado de esta canción, para algunos emblema de lo que se considero el Grunge en la década de los noventa y banda sonora de la Generación X o Generación Perdida.
Smells Like Teen Spirit se publicó en el momento justo. Hasta ese momento la escena mainstream o comercial estaba dominada por sucedáneos de bandas de Hard Rock y Heavy Metal de los ochenta, bandas cuya máxima preocupación era tener la melena más bonita del Rock.
La canción, un pelotazo directo y un ataque a la mentalidad conformista de la gente, caló rápido entre los adolescentes de esta generación caracterizada por la apatía.
La canción es un ejercicio de simplicidad, cuatro acordes que se repiten apoyando la melodía de Kurt Cobain dulce y agresiva entre la melancolía y la deseperación. El vídeo de la canción tuvo mucho que ver en su éxito, visualizando esta rabia contenida.
Supuso un éxito brutal, Nevermind el álbum que contiene justamente a Smells Like Teen Spirit, había reemplazado al álbum Dangerous de Michael Jackson, en el primer puesto del Billboard, marcando así un momento de gran importancia dentro de la historia de la música contemporánea y el triunfo del rock sobre el pop. Todo este éxito, al contrario de lo que pueda parecer, no fue lo mejor que hubiese podido pasar. La canción murió de éxito, fue tanto el que obtuvo que se volvió en su contra. Kurt odiaba en lo que se convirtió esta canción. Yo la odiaba, casi todos la odiábamos! Estaba hasta en la sopa, salía en los anuncios de la tele y hasta los pijos la tatareaban!
Perdió su esencia reivindicativa y se convirtió en un producto de masas.
A Kurt lo encontraron muerto el 5 de abril de 1994 en su casa de Seatlle a la edad de 27 años.
A los 13 años me encontraba en el salón de mi casa con mis padres cuando dieron la noticia en el Telediario.- Oye hijo, ¿A ese no lo tienes colgado en tu habitación?