En el verano, y en cualquier época, los snacks son un alimento muy atractivo para los bebés que ya pueden alimentarse con ellos, pero también es importante que sean saludables. No hay que dar de picar al bebé con alimentos con muchas calorías, grasas o poco nutritivos.
Un buen snack puede ser un pequeño pincho de algo que le guste pero que sea sano y en una pequeña cantidad, sobre todo un refrigerio que pueda tomar en cualquier momento.
Otra idea interesante son los frutos secos, que pueden ser avellanas, pistachos, piñones, almendras o nueces, frutos secos sin sal, que puedan quitar el hambre, ser nutritivos y preferiblemente fríos. Sólo para bebés de dos años en adelante.
El pan con algo puede ser una buena idea, siempre que sea un poquillo de pan. Algunas ideas pueden ser el pan con lechuga y atún, el pepino con un huevo duro, el pan con tomate y jamón.
De los aperitivos salados mejor no abusar, ya que hay ciertas cantidades máximas, sin embargo se pueden tener en cuenta, aunque hay una gran cantidad de aperitivos para bebés que le gustarán.
Es importante adornar el aperitivo o snack, porque así le llamará la atención y lo comerá de mayor agrado, sobre todo si este snack tiene algo que no le gusta demasiado como las verduras. La buena apariencia llamará la atención de los más pequeños y hará incluso que coman de mayor agrado lo que menos les gusta, usa tu imaginación.
Se pueden tomar chips sin aceite y muchos otros tipos de aperitivos, siempre cuidando que sean en una proporción adecuada, además de ser nutritivos y sanos para que así el bebé se alimente de forma sana y aprenda desde pequeño a llevar una dieta sana.