Después de las nevadas de la semana pasada y que a mi me pilló en Milán, cuando regresé a casa no pude resistirme y escaparme a ver la nieve una vez más este invierno.
No es que sea una fanática del frío pero este fenómeno meteorológico me pone en conexión con la pequeña niña que aún vive en mi interior y me vuelvo loca por pisar la nieve virgen y dejar mis huellas en ella
El día me acompañó muchísimo ya que hacía un sol espectacular que hacia este paisaje completamente blanco e inmaculado aún más bonito si cabe.
Un día cuando era muy pequeña iba con mis padres de camino a Ávila para pasar el día jugando en la nieve y mi madre me perdió de vista por un segundo, yo muy curiosa y aventurera salí corriendo por toda la ladera repleta de nieve y sin darme cuenta desaparecí dentro de ella porque me caí en una vaguada y no me encontraban ja, ja y cuando al fin lo hicieron allí estaba yo feliz jugando con la nieve en mi agujero particular
Llevo leggins de Bershka, foulard de Zara, botas de Mango y abrigo vintage comprado en un mercadillo de Nueva York.
Espero que os gusten las fotos de hoy ¡a mi me encantan!
Un millón de besos
Con todo mi cariño
Clara
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Autor:
Clara Alonso