Revista Diario

¡¡¡Snrrr!!!

Por Yopo
El título de este post no es más que un intento de onomatopeya de la acción de “sonarse los mocos”. Sí, como lo leéis, un verbo que he practicado frecuentemente durante los últimos días.
De toda la vida, el verbo “sonar” se ha usado para referirse a “hacer ruido”, por eso no entiendo por qué usamos el término de “sonarse” (a uno mismo, se entiende) para la acción de extraer los mocos de la nariz. De hecho, ¿puede existir algo más macabro que designar esa acción con la expresión “sonarse los mocos”?
Os preguntaréis por qué tantas vueltas a esto de sonarse, quiero decir, quitarse los mocos. Pues me ha dado tiempo a reflexionar sobre el tema, porque tengo de ese material para exportar! xD. Tiene narices (nunca mejor dicho) que no haya cogido ningún resfriado en todo el invierno, y cuando llega el buen tiempo, mi sistema inmunológico se vea sorprendido de esta manera.
Pero volviendo al tema, pensadlo bien. Si atendemos al vocablo en cuestión, sólo se me ocurre que se pueda emplear “sonarse los mocos”, porque hacemos sonar esas secreciones atrapadas en nuestras aterciopeladas fosas nasales, al intentar extraerlos. ¿Puede haber algo más retorcido y escatológico que hacer que suene una sustancia tan asquerosa como el moco? No sé quien fue el lumbrera al que se le ocurrió la expresión para este uso... Yo le hubiera llamado extracción mucolítica o soplo nasal, mucho más ilustrativo, preciso, y suena mejor, que es de lo que se trata! xD

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