Revista Música
Es Real que la sangre mancha mi culpa: que mi almohada, empapada de enajenación, no descansa por mi error.
Es Real que tengo demasiadas almas en mi armario esperando a ser liberadas
Es Real que el dolor no me deja respirar y el miedo me asfixia
Es Real
Es Real que no hay más refugio que mi letargo
Es Real que cuando despierto lo hago en medio de un campo de minas. Tengo cuidado por donde piso, no es seguro que el próximo paso no sea el definitivo.
Es Real que sólo la capacidad de evadirse e imaginar un mundo mejor es una cúpula para estar a salvo de mi propia guerra civil.
Es Real que quien parece quererme, quien me sustenta, quien se comporta como mi amante, me engaña.
Es Real que ella es aire que respiro,
Es Real que ella es la música: una cortina de humo, Permanecerá ahí sólo si la cubro con oro ¿a quién quiero engañar?
Es Real que me lo juego todo cuando amo y si fallo recibo una bala en mi juicio
Y por muy Real que sea todo esto lo he contruido yo.
Llevo de la mano el éxito porque es mi único equipaje y con él puedo hacer lo que quiera.
Le pondré un alto precio si es que alguien lo codicia, y me lo llevaré conmigo porque es el techo que me cobija.
Es Real que tomé la pildora de la acritud porque ella me obligó y desde ese dia respiro su sabor amargo.
Todo es tan real que mi fantasia sale por los poros y canto mi realidad forjada atraves de mi imaginación.
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