"La Provincia debería dejar de cacarear y realizar acciones concretas, llevando a juicio por incumplimiento de contrato a Nación y a las empresas", manifestó el ex gobernador.
En 2023 vencen las concesiones de las represas sobre los ríos Limay y Neuquén, siendo uno de los temas principales de la agenda energética de la Provincia. Sin embargo, el exgobernador Jorge Sobisch apuntó contra la venta de las acciones que hizo perder al estado voz y voto en las hidroeléctricas, pidió una auditoría y hasta consideró que debería ir a juicio la Nación y las empresas por incumplimientos de los contratos.
"El posicionamiento del arco político neuquino debería ser unánime en cuanto a que sean las provincias las que definan el futuro de dichas represas, tal cual lo establece el artículo 124 de la Constitución Nacional. Todo pasa por ser federalistas o solo parecerlo", señaló el dirigente de Democracia Cristiana en una nota de opinión difundida recientemente.
Sobisch recordó que hace 29 años, la Provincia invirtió 220 millones de dólares para adquirir el 39% de Cerros Colorados, el 30% del Chocon y el 20% de Alicurá. "Esta inversión formó parte de las denominadas 'Joyas de la abuela' que tanto nos criticaron. Tan grande fue la campaña de desprestigio que el gobierno que me sucedió dijo que habíamos hecho un mal negocio, pero nuestra decisión tuvo que ver con la generación de energía y también con la toma de decisiones al respecto", dijo.
"Prefirieron vender las acciones que Neuquén poseía, una actitud similar a la que hicieron con la planta de fertilizantes a la cual indemnizaron con cinco millones de dólares para que se vaya de Cutral Co y se radique en Bahía Blanca con gas subsidiado por todos los neuquinos", expresó. Y agregó que las gestiones de gobierno lograron que la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas se convierta en autoridad de aplicación, por lo que las empresas le transfirieron el 1,5% de la facturación por venta de energía y además aportaron 61 millones de dólares a la AIC para la ejecución de obras.
El gobierno nacional unilateralmente decidió en 2013 que las empresas dejen de pagar el 1,5% a la AIC a cambio de un monto fijo que a lo largo del tiempo se desactualizó. "Ya deberíamos estar realizando la auditoría para conocer cuál es el estado de las represas, ya que el perjuicio económico, seguramente, trajo consigo el deterioro de las mismas", afirmó Sobisch.
"Al vender su participación en las empresas la Provincia perdió un importante espacio que la posicionaba de otra manera ante políticas centralistas que solo perjudicaron y siguen perjudicando los intereses de todos los neuquinos. Sin lugar a dudas, ante el vencimiento de las concesiones, Neuquén tendría otro protagonismo en la discusión", añadió el ex gobernador de la provincia de Neuquén.
"Fue un gran error vender las acciones y perder el manejo y el control. ¿Las consecuencias? Una AIC desfinanciada que no puede realizar obras -continuó Sobisch-. La Provincia debería dejar de cacarear y realizar acciones concretas, llevando a juicio por incumplimiento de contrato a Nación y a las empresas".
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