SOBRE EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, por Jesús Castizo

Hoy os traemos una nueva colaboración de Jesús Castizo para Desde el Caballo de las Tendillas, en la que nos da su opinión sobre la celebración del Día Internacional de la Mujer. Os recuerdo que ese blog está abierto a vuestra participación. ¡Un saludo y feliz semana!
Día internacional de la mujer. Un día importante para reconocer su valía, para que tenga el lugar y los derechos que le corresponden, para recorrer el mundo y recordar que a pesar de todo lo que se ha avanzado en nuestro país, en muchos otros, social e incluso jurídicamente sigue encasillada y sometida en un escalafón inferior al de hombre. Un péndulo que como digo en dichos países (incluso en algunos tan occidentales y “avanzados” como Arabia Saudí) se encuentra totalmente desequilibrado y desplazado a un extremo de su posición (recordemos que les está prohibido conducir, con penas de latigazos en caso de desobediencia). Pero también un péndulo, que por el empujón de la lucha por los derechos, la igualdad y el reconocimiento social de la mujer no debe desplazarse a su posición extrema y contraría. Y ello significa, de igual manera que no se transigiría ni aceptaría socialmente el maltrato, la vejación y el sometimiento del género femenino, ya se sea en la realidad o en la ficción televisiva en clave de comedia o “chascarrillo”, no hacerlo cuando se invierten los roles ni tampoco ver como algo “normal” esta violencia dirigida al género masculino. Algo que por desgracia ya vimos en aquella muestra del humor mas casposo y grosero llamado “Matrimoniadas”, donde la “gracia” (si maldita la tiene) en el caso de una de las tres parejas era la continua violencia verbal entre los cónyuges, tanto desde la parte masculina pero especialmente continuada y ofensiva desde la femenina. Algo que parece no superado, puesto que en otra reciente sitcom de Antena3, en una pareja basada en el sometimiento, desprecio y control por parte de ella, se escucha como dice de la forma más natura “mi misión en la vida es amargar la suya”, seguido de las típicas risas enlatadas…. ¿Les parece divertido? A mí no. ¿Pueden además por un momento hacer un ejercicio de imaginación y tratar de pensar que ocurriría si los roles estuvieran invertidos? ¿Si fuera él quien hablar de amargar la vida de ella? ¿Si fuera él, entre risas, quien presumiera de provocarle moratones en el brazo por haberle puesto en el desayuno 2 pastillas de sacarina en lugar de tres? El escándalo mediático sería enorme, se sucederían las avalanchas de asociaciones de mujeres y organismos públicos denunciando esta violencia y acusando a la serie de fomentar el maltrato y la violencia doméstica, algunos políticos se llenarían la boca de declaraciones bientencionadas y mas consencuencias que ustedes podrán imaginar. Pero claro, la víctima era un hombre, así que no pasa nada… Como digo, día internacional de la mujer, adelante, celebrémoslo, luchar por su reconocimiento y la igualdad de derechos, especialmente en tantos países donde aún tanto por ganar, claro que sí. Pero no empujemos tanto que hagamos que simplemente el péndulo cambie de lado y volvamos al punto de partida. Derechos y reconocimientos, si, pero para ambos géneros por favor.